BUSCANDO ARREGLO / SEEKING ARRANGEMENT | LEVI X PETRA | +18

CAPÍTULO 8: PRINCESA

Las manos de Petra temblaron mientras contaba el depósito restante en el banco. Entre las ventas por adelantado que hizo con sus feos contratos de verduras y el dinero de Levi's, estaría bien encaminada para pagar su matrícula a fin de mes.

No esperaba que las cosas despegaran, pero se corrió la voz de su idea entre los granjeros locales y, antes de que Petra se diera cuenta, estaba recibiendo ofertas más rápido de lo que podía escribirlas. Significaba ver menos a Levi, aunque no estaba del todo sorprendido ya que el verano estaba en pleno apogeo y ella se lo había advertido.

- ¿Puedo enviarte cosas entre nuestras visitas? -Él preguntó durante una mañana brumosa cuando se despertaron con el canto de los pájaros. Aventurándose fuera de Trost, se retiraron a una pequeña cabaña dentro de Maria, a medio día de viaje de Orrinshire, y Petra nunca se había sentido tan en paz.

- ¿Te gustan las cartas traviesas? -Ella bromeó, y el leve rubor en sus mejillas despertó su curiosidad.

- Vestidos, tal vez algunas joyas. -Dijo, apartándose de ella, pero añadió rápidamente.- O lencería.

Ella batió sus pestañas mientras rodaba sobre él, sintiendo su polla agitándose entre su piel desnuda.- Por ti me pongo cualquier cosa.

Él gimió.- No digas eso, mierda. -Pero graciosamente cayó de espaldas mientras Petra se dejaba caer sobre él.

Moviendo las caderas, Petra lo besó suavemente, tomándose su tiempo para tirar de su labio inferior.- ¿Te irrita pensar en mí, usar tu ropa mientras estoy trabajando?

Amasando su trasero entre sus dedos, Levi le mordió el labio, provocando un pequeño chillido de ella.- Si vas a decir eso, también podría darte mi camisa.

Con el armario completamente abastecido para el verano gracias a Levi, Petra jugó con el pequeño collar de cadena de oro que él le compró las primeras dos semanas que pasaron separados. Era simple, solo la letra «P», pero hacía que sus mejillas ardieran cada vez que pensaba en ello. Supuso que estaba demasiado ida ya que actualmente estaba acostada en la cama usando nada más que su camisa gris de manga larga y sus bragas, además del collar.

Su padre había comenzado a sospechar que tenía un pretendiente por la cantidad de paquetes que recibía, pero Petra tenía una excusa preparada.

- ¡Los catálogos están de moda en las ciudades! Simplemente complete un formulario, envíelo y luego llegará directamente a su puerta. ¡No más compras en persona!

Richard soltó una carcajada.- Parece un boleto de ida a una estafa, Pet. Pero supongo que la prueba está en el pudín, me alegro de que te estés dando un gusto con todo el negocio que estamos recibiendo. Necesitas verte presentable con todas las reuniones que tienes, supongo. Sin mencionar que cuando regreses a la escuela, ya es hora de que te veas como una estudiante.

Ella asintió de todo corazón, con la esperanza de que dejara el tema a pesar del constante flujo de regalos, pero él estaba tan feliz por el negocio que no volvió a mencionarlo. Además del hecho de que era horrible con el dinero, no revisaría su cuenta bancaria en el corto plazo. No había forma de que pudiera justificar la cantidad allí, ni siquiera con los nuevos acuerdos.

Dejándose caer sobre el lado fresco de la cama, Petra suspiró mientras una sensación de vértigo subía por su pecho.

Tres semanas, ese es el tiempo que había pasado desde que había visto a Levi, y lo extrañaba mucho más de lo que le gustaría. Seguro, estaba el dolor entre sus muslos que ella misma saciaba cuando tenía la energía, pero nada comparado con su lengua, sus caricias, su imponente presencia en el dormitorio, o la forma en que estaba a su merced cuando lo montaba.