CAPÍTULO 9: BABY

110 6 0
                                    

Era el crepúsculo cuando Petra volvió a casa. La puerta se abrió, se apresuró a ir a su habitación antes de que su papá pudiera saludarla, pero él se apresuró a subir las escaleras con pasos sobresaltados.

- Petra, ¿dónde estabas? -Gritó, bloqueándola con un brazo.- Estaba muy preocupado, estaba a punto de alertar a la Policía Militar...

- Acabo de salir. -Suspiró, abriéndose paso, pero Richard clavó los talones en el suelo con una mirada severa.

- Las señoritas no pueden quedarse afuera. ¡Me dijiste que estarías de regreso por la tarde, y Dios sabe lo que podría haberte pasado!

- Solo llego unas pocas horas tarde, papá. Tranquilo.

Richard se cruzó de brazos y se hizo a un lado, permitiéndole entrar.- ¿Al menos puedes decirme dónde estabas? No te has ido a la ciudad en semanas, pensé que el trabajo de tutoría había terminado ya que vas a volver a la escuela.

Petra contuvo la respiración; Pasó las últimas horas caminando y pensando, y tomó el largo camino a casa hasta que se dió cuenta de que era casi la puesta del sol. Caminó hasta que le dolieron los pies y se le secaron las lágrimas, pero su tez conservaba la evidencia carmesí de su devastación.

Te inscribiste en esto, se recordó a sí misma. Él siempre te dió a elegir.

A pesar de repetir estos hechos, a Petra le dolía que Levi no luchara por ella. No era una relación, era un contrato mutuo, pero debería haber sabido que no existían las ataduras.

Había un adagio en economía, uno que sus profesores repetían como loros desde el primer día: no existe tal cosa como un almuerzo gratis. Es decir, era imposible obtener algo de la nada. El tiempo es un concepto que monetizamos de forma natural, pero se considera esquivo. Para Petra, esto fue una gran negación de las emociones. ¿Cómo podría alguien pretender salir con alguien y no sentir un afecto genuino? La conexión humana era real, sin importar los matices contractuales, y era una tontería pensar que era inmune a estos hechos de la vida.

- Tenía algunos cabos sueltos de los que ocuparme. -Dijo, levantando la barbilla, finalmente mirándolo a los ojos.

Tan ignorante como podía ser, Richard conocía a su hija, y su mirada de ira se convirtió en preocupación cuando se concentró en sus mejillas en carne viva.

Su voz era suave como si fuera una niña otra vez.- Pet, ¿qué pasa? ¿Qué no me estás diciendo?

No podía decirle que se enamoró del capitán del Cuerpo de Exploración a través de un servicio de escolta. No podía decirle que cuando veía su futuro quería a Levi a su lado, o que los últimos cinco meses habían sido los más felices desde que enterraron a su madre. Aunque él lo entendiera, estaba la vergüenza que retorcía su corazón y el deseo de ser mejor que la fantasía de una joven.

Pero esto era angustia, y él no era ajeno a ello.

Entonces ella le dijo una mentira, que se enamoró de su alumno, pero él no le correspondió. Su padre escuchó atentamente, murmuró que sabía que debía tratarse de un niño y maldijo al tipo que no se dió cuenta de la suerte que tenía.

La presa se rompió de nuevo y Petra estaba hipando en los brazos de su padre, llorando y sollozando hasta que él le envolvió una manta sobre los hombros y la abrazó.

- Podrías hacerlo mejor que esos universitarios. -Dijo, meciéndola de un lado a otro.- ¿Qué tan bueno podría ser este chico si no ve lo hermosa que eres? Y no solo estoy hablando de apariencias, cualquier futuro yerno mío debería estar adorando el suelo que pisas por tu belleza y tu inteligencia.

BUSCANDO ARREGLO / SEEKING ARRANGEMENT | LEVI X PETRA | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora