BUSCANDO ARREGLO / SEEKING ARRANGEMENT | LEVI X PETRA | +18

CAPÍTULO 2: PETRA

Petra Ral tenía un problema. Un problema grande, gordo y con letras rojas.

- ¡Denegada! -Petra se lamentó, sosteniendo la delgada solicitud de ayuda financiera como si fuera a estallar en llamas. En la página estaba escrito «DENEGADA» con un sello escarlata brillante y, enojada, metió el documento ofensivo en su mochila. Con la cabeza gacha, salió abatida de la oficina de ayuda estudiantil. ¿Qué pasó con las becas por dificultades financieras? Sus calificaciones eran de primera categoría, nunca perdió un solo día de clase y estaba a un semestre de graduarse.

Uno pensaría que la muerte de su madre calificaría para recibir asistencia.

Pero no, dado el historial de pagos puntuales de su familia y la reputación tácita de la Universidad de Trost de producir miembros civilizados en la sociedad, esto no debería ser una gran sorpresa.

- Papeles, señorita. -El guardia en la puerta entre Trost y la muralla Maria hizo un gesto con la mano a Petra y ella mostró con tristeza sus documentos de ciudadanía. Su visa de estudiante estaba colocada a un lado con la fecha de vencimiento fijada para mañana. Con añoranza, miró a Trost, las llamas de las antorchas se desvanecían en la puesta de sol y el bullicio de la ciudad se encendía cuando los vendedores cerraban las tiendas.

Los siguientes pasos fueron simples: Ahorrar suficiente dinero para pagar la matrícula de un semestre más, terminar su carrera y poner en marcha el negocio de su padre como siempre lo habían planeado. Excepto que sus créditos vencerían después de 5 años y quién sabe cuánto tiempo llevaría ahorrar además de los bienes desmoronados de su familia.

La madre de Petra siempre fue una demostración de fuerza, capaz de procesar números mientras administraba las relaciones con clientes y proveedores. Petra no se dió cuenta de cuánto confiaba su padre en ella hasta su prematura muerte. Tal vez era el dolor lo que lo hacía olvidadizo, pero la letra de su madre estaba grabada en su memoria mientras revisaba los libros.

La caminata de veinte minutos de regreso a su aldea adormeció los sentidos de Petra. Con la primavera a la vuelta de la esquina, el aire fresco era un recordatorio de las próximas tareas que tenía por delante. La primavera era la temporada de crecimiento, lo que significaba que Petra necesitaba comenzar su viaje por María, renovando los contratos con los agricultores locales. Era buena en su trabajo; se había estado entrenando toda su vida para esto, acompañando a sus padres a tomar notas y distribuir folletos, pero el peso del trabajo era pesado cuando Petra recordó un factor crítico: Su padre.

Con la puerta abierta, Petra frunció el ceño al entrar en la casa de su familia.

- ¿Papá? -Llamó, poniendo su capa en el gancho de la entrada. El piso inferior de la casa estaba a oscuras, las lámparas apagadas, y Petra cogió las cerillas con cautela mientras doblaba la esquina para entrar en la cocina.

Una figura sombría desplomada yacía boca abajo en la mesa de la cena, y Petra gritó de sorpresa cuando la cerilla se encendió.

- ¡Papá, no puedes hacer eso!

Petra encendió el resto de las lámparas mientras Richard Ral se frotaba los ojos para quitarse el sueño. La baba seca cubrió la comisura de su labio mientras bostezaba.

- Es de mañana, bebé. ¿Vas a salir?

- Es de noche, papá. -Dijo Petra con cuidado, señalando la ventana y el cielo sin estrellas. Se puso el delantal y comenzó a prepararse para la cena, sacando la bandeja para picar y el cuchillo.- ¿Te fuiste a casa temprano otra vez?

Su padre sonrió tímidamente mientras se encogía de hombros.- Supongo que lo hice. El negocio iba lento de todos modos.

Con un corte firme, el cuchillo en la mano de Petra resonó contra la tabla de madera mientras cortaba una cebolla. Ella respiró hondo y dijo con voz tranquila.- Papá, hablamos de esto. No importa si el negocio es lento, nunca sabemos quién se detendrá. Todo cuenta en este momento, ya que estamos en la temporada baja.