End Amar duele

Amor del pasado

Stefany llegó a su casa y cuando entra ve a su abuelo hablando por teléfono, ella no le toma importancia y sube a su dormitorio.

En la mansión Fiore Mateo se encontraba leyendo unos documentos cuando entra Fernando.

— Joven amo el señor Fiore está aquí —

— Hazlo pasar —

— Si señor —

Fernando va en busca de Santiago, esté se encontraba en la sala de start.

— Señor Fiore, el joven amo lo espera en el despacho —

Santiago lo sigue.

— Hasta que te puedo ver dice Santiago molesto —

— Estaba ocupado, que necesitas —

— Mocoso insolente, soy tu padre —

— Que necesitas padre dice más amable el hombre —

— Te conseguí una prometida, dice sin rodeos —

— ¿Te vas a volver a casar? Pregunta Mateo —

— No él que se va a casar eres tú —

— A mí no me interesa casarme —

— A mí no me engañas, sé que no quería a Emili y su muerte no te afecta tanto, pero también sé que estás enamorado de esa pequeña, se llama Stefany —

— Como sabes de ella —

— Camila me contó la historia de amor que viviste con ella cuando eran adolescentes —

— Ese amor es del pasado —

— Por eso si es pasado, ahora tienes que vivir el presente, cásate con esta mujer. Todo lo que me han dicho de ella son buenas cosas, es responsable, tiene una belleza inigualable y es virgen —

— Porque quieres que me case con alguien que no conozco —

— Te voy a contar la verdad. Cuando yo era joven me enamore de una chica que tenía 15 años, cuando la vi fue amor a primera vista, ella era una niña lo sé, pero su padre me la vendió cuando ella cumpliera 18 años me casaría con ella, su padre siempre me dijo que ella estaba enamorada de mí, pero era una mentira Valentina estaba enamorada de Eduardo su guardaespaldas y chofer. Su padre me pidió 900 mil por ella antes de la boda, unas horas antes de la boda Valentina huyó con ese hombre, la busqué por todos lados, pero no la encontré, lo único que supe fue que tuvo una bebé, mi ira creció y destruí el grupo Mancini lo mande a la quiebra, así pasó un año y fue cuando conocí a tu madre. Valentina fue mi primer amor, pero Isabela es mi único amor, el tiempo pasó y tú ya habías nacido, tenías cuatro años, yo estaba en mi despacho cuando recibí la visita de Tadeo Mancini, el padre de Valentina, el hombre vino a ofrecer a su nieta a cambio de una gran cantidad de dinero y también pedía que su empresa vuelva al comercio. Recuerdo.

— Señor Fiore, sé Que estamos en deuda con usted por la insensatez de mi hija, pero usted tiene un hijo y mi hija acaba de tener una niña, le ofrezco a mi nieta como pago de la deuda y le pido que nos dé un millón por ella —

Santiago se ríe por las palabras de Tadeo — Que te hace pensar que volveré a confiar en tu familia —

— Se lo prometo señor Fiore esta vez le firmaré un acuerdo —

— Si tu nieta no se casa con mi hijo, toda la familia Mancini morirá, dice el hombre con voz fría —

— Aceptó, dice mientras firma el acuerdo —

Actualidad.

— Eso fue lo qué pasó, dice Santiago esperando una respuesta de su hijo —

Mateo escuchó detenidamente todo lo que le dijo su padre, pero en su cabeza solo está el apellido Mancini, estaba recordando donde escuchó ese apellido, pero fue sacado de sus pensamientos por su padre.

— ¿Aceptas casarte? —

El hombre permaneció por un largo momento en silencio, tal vez este era un nuevo comienzo y podría enamorarse de esa mujer y olvidar a Stefany aunque sabe que es solo una excusa, pero intenta engañarse a sí mismo.

— Lo haré —

— Está bien, le diré a su abuelo para que traiga a su nieta — Dice Santiago mientras sale del despacho.

Fernando se acerca a su señor y dice — Señor, hay noticia de quién estuvo detrás de la muerte de la señorita Emili —

— ¿Quién es? —

— Ana dice sin rodeos —

— Tráela ante mí —

— El problema es que se nos escapó, dice agachando la cabeza —

— Son unos inútiles, ve y tráela ante mí, dice Mateo gritando —

Fernando tiembla de miedo y sale corriendo antes de que su jefe pierda el control y lo termine matando.

Por otro lado, Stefany se encontraba hablando por teléfono con Albert.

— Cariño estás bien, te noto extraña, dice Albert —

— Estoy bien, pero te quiero decir algo —

— dime —

— Albert, tenemos que terminar, nuestra relación no va a ninguna parte —