End Amar duele

Sere tuya

Mateo se encontraba leyendo unos documentos y no quitaba la mirada de ellos, el hombre piensa que la persona que entro es Fernando, así que dice — A lista el auto salimos a resolver unos negocios que necesitan de mi presencia —

— No soy Fernando dice ella —

Mateo al escuchar la voz levanta su mirada y se queda hipnotizado con solo verla.

— Puedo hablar contigo, dice ella con voz dulce —

El hombre sale de sus pensamientos e intenta estar tranquilo — Que quieres dice con voz fría —

— Te quiero pedir un favor —

— No estás en condiciones de pedir favores —

Ella se va acercando lentamente a él, quedando enfrente de él, Mateo la mira fijamente y ve que su vestido es perfecto en ella, es una tentación, el hombre intenta reprimir sus deseos, pero cuando ella se acerca más a él siente como su miembro se pone duro, por otro lado, Stefany se sentía avergonzada de estar seduciéndolo, ella se pone tan nerviosa que termina cayendo en las piernas de Mateo. Ellos se miran fijamente, Mateo no aguanta las ganas y la besa, este beso está lleno de muchos sentimientos, ella siente que se está quedando sin aire hasta que él se separa de sus labios, pasa su pulgar por los labios de la mujer.

— Qué es lo que buscas, dice él con voz ronca por la excitación —

— Seré tuya con la condición de que dejes ir a Ana —

— Porque te sacrificas por esa mujer —

— Eso no importa, dijo ella bajando las tiras de su vestido —

El vestido se baja y deja a la vista sus redondos senos, Mateo no puede más abstenerse y se abalanza sobre Stefany.

— Eso quiere decir que aceptas mi trato, dice ella con la poca cordura que le queda —

Mateo no dice nada y debora uno de los senos de ella, mientras sus dedos están en su zona íntima, Stefany no puede evitar soltar gemidos de placer.

— Te haré gemir de placer, dice él con una voz varonil que hace que Stefany se excite más –

Mateo, la tira en el sofá, se saca su corbata y ata las manos de ella, el hombre le quita el vestido de un tirón, ella se quiere taparse, pero sus manos están atadas y no le queda de otra que dejar que él haga lo que quiera con su cuerpo,  él recorre todo su cuerpo y va dejando marcas en ella. El hombre se quita su camisa y pantalón dejando a la vista sus pectorales y sus musculosos brazos, la mujer quiere tocar el cuerpo de él, pero no puede porque sus manos siguen atadas, él abre sus piernas el miembro del hombre esta protuberante, sus estocadas son fuertes y profundas. Él la mira a los ojos y toma su mentón besándola desenfrenadamente, mordía sus labios y movía su lengua dentro de su boca, el hombre la tomó por varias horas, sus cuerpos se contraen en uno solo, sus gemidos inundaron la habitación, la noche se hizo presente y Mateo se detuvo, Stefany sentía que su cuerpo estaba cansado, la mujer no podía mover ningún músculo, su parte íntima estaba llena del semen de Mateo y cada parte de su cuerpo tenía marcas o chupetones de la tarde feroz y salvaje tuvieron. Mateo se levanta y dice — Ve a bañarte — y sale del despacho. Fuera de este se encontraba Fernando, él tenía algunas cosas importantes que decirle a su jefe, pero no se atrevió a interrumpirle.

— Dile a Julia que le dé una habitación y que se bañe —

— Si señor —

Mateo sube a su dormitorio mientras Stefany se intenta levantar, pero su entrepierna está hinchada y siente un dolor, Julia entra y la ayuda a levantarse, Stefany tiene la cara roja de la vergüenza.

— Señorita, el señor me dijo que le ayude a bañar — Stefany no dice nada y se cubre su cuerpo con la cobija que le da Julia.

Julia le lleva a una habitación de huéspedes y dice — Necesita ayuda, señorita —

— No estoy bien —

Julia sale de la habitación y Stefany se dirige al baño, ella se quita la cobija y se mira en el espejo, ve su cuerpo lleno de chupetones y mordiscos, se mete a bañar para relajar sus músculos, después de una hora de estar en la ducha ella sala y ve un pijama se la coloca y se duerme.