Te amo pequeña

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Maratón 4

— Qué hacemos aquí pregunta Stefany con intriga mirando una hermosa isla y ve una pequeña casa en la playa —

— Tienes una sorpresa, disfrútala, dice Camila con picardía –

Stefany baja del yate y ve que Camila se va y le manda un beso volado y le guiña el ojo.

Stefany mira la casa y se dirigen lentamente a ella, antes de que abre la puerta esta se abre abruptamente y, ella mira unos pectorales de un hombre, ella levanta lentamente su mirada y se encuentra con los ojos verdes de Mateo.

— Me asustaste, dijo dándole un golpe —

Mateo solo sonríe y la atrae a su cuerpo — Te, extrañe pequeña —

— Pero si nos vimos ayer —

— No puedo vivir sin verte —

— Yo también te extrañé dijo ella dándole un beso —

— Vamos, pedí que preparara tu plato favorito —

Stefany se dirige al comedor y ve una deliciosa lasaña. Mateo le ayuda con la silla y ella se sienta.

La mujer está comiendo plácidamente, pero se siente vigilada, ella levanta su mirada y ve la dulce mirada de Mateo.

— Deja de mirarme tanto, come está delicioso —

— Me lleno con solo mirarte —

— Deja de decir tontería, no quiero que te enfermes come —

— Está bien doctora —

La cena transcurrió entre carcajadas, besos y miradas seductoras.

Mateo y Stefany se dirigen al balcón de la casa.

— Qué hermoso está el cielo, se pueden ver las estrellas, dice ella con una gran ilusión de niña —

Mateo la abrazan por detrás.

— Dicen que cada estrella es un ser querido, dice Stefany —

— Tú serás mi constelación —

— No exageres, mi padre me dijo que él iba a estar en el cielo, que iba a hacer mi estrella protectora —

— Yo seré tu protector, no dejaré que nadie te haga daño, prefiero morir a que volver a perderte —

— Si tú mueres que va a hacer de mí —

— Yo no puedo vivir en un mundo donde tú no estés, dice Mateo mirándola —

— Nada nos pasará, hemos ya luchado mucho para estar juntos, dice ella acariciando con su mano el rostro del hombre —

— Prométeme que no me vas a dejar, dice el hombre con temor —

— Nunca te dejaré ir, tontito dijo ella besándolo —

Mateo toca la espalda de Stefany con delicadeza, el hombre empieza a rencores con sus manos el cuerpo de ella, la mujer la mira con excitación, sus besos son más profundos y dominantes. Mateo desea con ansias poseer el cuerpo de su amada, ha pasado un tiempo desde que no la ha tenido entre sus brazos.

— Te deseo le susurra el hombre —

— Te he esperado tanto para volver a ser tuya —

Mateo carga a la mujer y se dirige al dormitorio mientras se van, él la besa y aprieta sus glúteos, cuando llega a la cama la recuesta.

El hombre mira a la mujer con lujuria y deseo, ella se acerca al hombre y empieza a tocar sus pectorales, abre la camisa del hombre y va dejando varios beso, hasta que llega a su pantalón, ella se deshace del pantalón y mira el miembro del hombre protuberante

— Pequeña traviesa dice el hombre excitado —

Stefany toma el miembro del hombre y se lo lleva a su boca, Mateo siente explotar del placer, era la primera vez que ella tomaba la iniciativa y le gusto que le diera sexo oral, Stefany miraba fijamente al hombre mientras sentía su boca llenarse de su semen. Mateo no aguantó más y tomó a Stefany se subió encima de ella y de un solo movimiento ella estaba completamente desnuda, y sentía como el hombre entraba en ella, sus embestidas la hacían gritar del placer.

La cama sonaba con cada embestida del hombre, se escuchaban gemidos por parte de los dos, la madrugada se hizo presente y el hombre fervientemente se detuvo, la mujer estaba agotada, su cuerpo no le respondía y solo se acurrucó en los brazos de su amado.

A la mañana siguiente Stefany se despierta con una fuerte luz que entra en la habitación, ella mira a su hombre a lado de ella y sonríe pícaramente al recordar lo que vivieron ayer, la mujer observa el rostro relajado del hombre, ve sus gruesas cejas, ella toca con delicadeza el rostro del hombre.

— Te amo Pequeña —

— Yo también te amo —

Stefany toca los pectorales de su hombre y los acaricia.

— Me estás provocando —

— Que ya te cansaste, dice ella —

— No, pero lo dijo por tu cuerpo, dice él devorando los senos de su mujer —

Stefany siente una gran excitación con cada toque del hombre, el sol iluminaba la habitación y la cama se movía, el lugar se llena de gemidos,

— Tengo hambre, dice ella —

El hombre se encontraba encima de ella — Yo también dice mordiendo su pezón —

— Tengo hambre de comida —

— Solo un rato más dice el hombre haciendo puchero —

Mateo se preparaba para embestirla cuando se escuchan unos gruñidos que provienen del estómago de Stefany. Ella se sonroja.

— Está bien, vamos a comer, luego seguimos con lo nuestro —

Mateo la cargó hasta la bañera, la pareja de enamorados se bañaron juntos, Mateo la enjabonó y cada vez que tenía la oportunidad tocaba pervertidamente a su mujer.

— Oye estate quieto —

— Tu cuerpo me desea yo lo siento —

— Sí, pero primero tengo que comer —

End Amar duele Donde viven las historias. Descúbrelo ahora