Hay luz al final del tunel

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Por otro lado, se encontraba Mateo en el muelle, él miraba desde su Lamborghini negro como la policía estaba por llevarse el cargamento.

Mateo toma su celular y llama, el hombre al otro lado de la línea responde al instante y su tono suena con temor de hacerle enojar al hombre.

— Señor, hay algún problema, pregunta la persona —

— Tienes 5 minutos para que la policía se vaya del muelle 3 dice Mateo y cuelga la llamada —

Del otro lado del teléfono el presidente se encontraba aturdido, no sabía de qué hablaba.

— René ven de inmediato, dice el presidente aturdido —

— Dígame presidente —

— Que está sucediendo en el muelle 3 —

René prende las cámaras de la ciudad y ven que la policía está incautando un cargamento de droga que va a ser transportado a otro país.

— Llama a esos policías rápido y diles que les dejen transportar esa mercadería, dice el presidente muerto del miedo —

— Pero es un delito, lo que están transportando esas personas es droga —

— Has lo que te dijo o quieres que todos estemos muertos —

— Presidente porque le tiene mucho miedo, usted tiene el poder de acabarlo —

— Yo no tengo el poder, la política es como león y una yegua, solo los fuertes sobreviven, no les importa a quien tenga que comprar o quitar, él es el hombre más poderoso y millonario, como crees que yo un servidor de él podré derrocarlo —

René no dice nada y se comunica de inmediato con los policías que están en ese muelle.

— Dejen que pase la mercadería —

— Pero es un delito, no podemos hacer, eso dice el policía —

— Es una orden presidencial, eso no es droga, solo son unos analgésicos —

— Como usted ordene —

Mateo está en su auto fumando su puro mientras mira su reloj, han pasado seis minutos de la llamada, cuando de repente suena su teléfono.

— Mi señor ya está lo que ordenó —

— Te tardaste un minuto más del tiempo que te di —

— Perdone mi indulgencia —

— Espero y no vuelva a pasar, dice el hombre y cuelga la llamada —

Los policías dejan de incautar la droga y solo dicen — Lamentamos el error y se marchan —

Mateo sonríe con insuficiencia — A la empresa —

— Señor va a ir a ver a la señorita Mancini, pregunta Fernando —

— No, encárgate de que esa mujer no salga de la mansión, no puede salir sin mi permiso de la estancia de Géminis —

Fernando asiente y el auto arranca.

En la mansión, Fiore Stefany se había quedado dormida en la gran cama cuando es interrumpida por unos golpes en la puerta.

— Señorita Mancini, puedo pasar se escucha la voz dulce de Julia —

Stefany media dormida, se levanta y abre la puerta.

Julia entra con una bandeja de comida, en ella hay un filete de carne, varías verduras, frutas y un jugo de naranja, el estómago de Stefany empieza rugir del hambre.

— Todo esto es para mi pregunta con incredulidad —

— Sí, señorita Mancini, pero si desea algo más me lo puede decir —

— No gracias —

Julia sale de la habitación y Stefany empieza a comer, la comida tiene un sabor exquisito.

La noche había llegado y Mateo había regresado a la mansión.

— Bienvenido señor Fiore dice Julia —

— ¿Dónde está? —

— La señorita Mancini merendó y ahora está en su habitación, seguro ya está descansando —

Mateo no dice nada y sube a su habitación.

El hombre se dio una ducha y salió al balcón de su habitación, esa noche la luna brillaba su brillo refleja qué hay una luz al final del túnel, no siempre será oscuridad, en la vida si existe la felicidad aunque sea pasajera.

Stefany se encontraba parada en el balcón, el viento movía sus cabellos, ella miraba la luz de la luna y sus ojos brillaban.

La noche fue lenta para ambos ninguno de los dos podía dormir, Mateo pensaba en Stefany y ella igual pensaba en Mateo, sus mentes les producía imágenes de lo feliz que eran y el daño que se causaron.

A la mañana siguiente Mateo se levantó temprano, el hombre se encontraba haciendo ejercicio mientras Stefany se terminó de bañar y se vistió con un vestido palo de rosa, ella estuvo esperando un largo rato a que alguien entrara o le vieran a traer el desayuno, pero nadie aprecio así que ella cansada de esperar decidió salir, ella camina por el largo pasillo de su habitación ve unas gradas y baja por ellas hasta que encuentra una salida por la cual sale al jardín. Stefany camina y su mirada se dirige a la hermosa pileta y sus alrededores llenos de todo tipo de flores ella va distraída, Mateo se encontraba en el gimnasio el cual está ubicado cerca del jardín la mujer se iba acercando lentamente ella mira qué hay una puerta de vidrio ella ve por el cristal de este a un hombre de espalda el hombre está sin camisa por detrás se puede apreciar los músculos bien definidos del hombre, Stefany mira como él levanta pesas su cuerpo es una maravilla, a pesar de que el hombre está lleno de sudor su presencia es elegante y varonil, Stefany recorre con su mirado los músculos del hombre, ella se va acercando, pero es interceptada por Julia quien estuvo buscándola y no la encontró.

— Señorita Mancini donde ha estado pregunta Julia —

– Tenía hambre y salí a buscar la cocina, pero no la encuentro dice Stefany si aparta su mirada de Mateo –

– Acompáñeme, su desayuno ya está listo –

Mientras Mateo empezó a escuchar unas voces el hombre se da la vuelta y lo único que alcanza a ver es la silueta de una mujer de cabello largo y negro, al hombre le pareció haber escuchado esa voz antes, pero no puede creer que ella sea Stefany es algo imposible piensa él.

End Amar duele Donde viven las historias. Descúbrelo ahora