No había nada que pudiera sorprender a Loid después de su larga carrera de espía. Pero la conmoción total lo llenó cuando Yor enfrente suyo, con las mejillas sonrojadas y cerrando los ojos le hizo la petición más extraña de su vida.
"¡Enséñame a ser...
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Apagó la computadora que tenía en su oficina, dejando salir un suspiro. Guardó los papeles en una carpeta y los coloco en el librero, en uno de los compartimentos escondidos que tenía, papeles de WISE de sus informes de misiones pasadas. Pronto tendría que entregárselo a Sylvia.
Salió de su oficina acariciado la parte trasera de su cuello, estaba tenso, pero era con algo con lo que había aprendido a vivir. Era un espía a fin de cuentas, la tranquilidad no era algo que disfrutara. En el pasillo fue interceptado por Nightfall, que tenía aquel gesto frío en su rostro.
—¿Has revisado los pormenores?
—Estaba en eso, mañana el barco sale a las cinco.
Los habían comprado convocado a ambos para recuperar un botín de arte de un grupo de ladrones. Habían estado siguiendo sus pasos y mañana pensaban sacarlo en un barco. Ellos debían evitarlo, por lo que Loid confiaba que terminaran pronto.
—Me han enviado el croquis del barco, si quieres revisarlo y trazar un plan.
Loid consideró aquella idea hasta que alcanzaron las puertas del exterior del hospital. El aire lo recibió de forma agradable.
—Eso suena... —Pero se detuvo cuando sus ojos centraron toda su atención en una figura de pie a un par de metros. — Creo que mejor hablamos de eso mañana.
Nightfall estaba confundida por el cambio de actitud de Twilight. Parecía que iba a terminar cediendo y ella había pensado en un bar cercano o una cafetería. O tal vez su departamento...cada idea era mejor que la anterior. Y si todo iba bien, ella podría intentar algo más. Aquello que había estado reteniendo por hacer desde hace tiempo, pero que no había tenido la oportunidad. Las veces que habían estado a solas eran en la oficina del psicólogo, pero Fiona quería que esos instantes fueran más largos, como cuando él la entrenaba en WISE. Había estado a punto de tomar su brazo, pero siguió la mirada masculina y su expresión se tensó.
Ahora entendía ese cambio de actitud, era debido a ella. La mujer que había ocupado su lugar.
Yor Briar estaba de pie a un par de metros de la entrada del hospital. Cuando se percató de la presencia del Forger, sonrió ampliamente. Había estado esperándolo fuera, animada por lo que había leído en una revista que Camilla le enseñó en su descanso. Una revista que la rubia utilizaba para tomar tips de belleza sobre como maquillarse o lugares populares para ir a comer. Enseñándosela a Yor, en un intento de interesarla en temas comunes. Pero algo más llamó la atención de Yor, un articulo sobre diez cosas para ser una buena esposa. Algunos de ellos eran cuestiones de la casa y cuidado de los niños. Pero uno de los primeros puntos llamó su atención.
Ir a llevarle el almuerzo a su esposo o sorprenderlo después del trabajo.
Leer aquello clavó la idea en la cabeza de la mujer, que aceleró su trabajo aquel día y salió tan rápido como pudo. Todo con el fin de encontrar a su esposo en el trabajo. Era algo espontaneo por lo que sería una sorpresa. ¿Se alegraría de verla ahí? Nunca hacía ese tipo de cosas y podía ver que tal vez ese era parte del trabajo. Siempre se había esmerado más que nada en cuestiones del hogar ver por Anya. Sin embargo, jamás se había preocupado por Loid. Además que él había perdido a su esposa, era evidente que podría sentirse solo, al siempre poner de prioridad a Anya. Por eso ella se esforzaría, para al menos ser la mejor esposa falsa...aunque aquella idea le ocasionó un desazón. La idea de saber que todo eso era falso y en algún momento se acabaría. No quería eso, disfrutaba tanto vivir con ellos. La puerta del hospital se abrió y algunos médicos salieron. Fue ahí que consideró que al aparecerse de repente, tal vez Loid no estaría ahí.
