No había nada que pudiera sorprender a Loid después de su larga carrera de espía. Pero la conmoción total lo llenó cuando Yor enfrente suyo, con las mejillas sonrojadas y cerrando los ojos le hizo la petición más extraña de su vida.
"¡Enséñame a ser...
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Hundió el rostro en la almohada, impidiendo que al aire transitara de forma normal, presionando fuertemente la almohada contra su rostro. La tomó entre sus manos y giró quedando boca arriba pero con la almohada cubriendo su rostro. Se quedó de esa forma unos segundos, hasta que la almohada descendió, dejando ver los ojos rojos.
¡Había arruinado las cosas de manera estratosférica!
Todo había estado perfecto...pero terminó arruinando todo con Loid. Días atrás, en ese mismo cuarto cuando por fin, después de pensarlo tanto, le había confesado lo que la atormentaba y le había pedido que le enseñara sobre ir más allá de los besos ¡Y él realmente lo había hecho! Yor se sentía en las nubes, disfrutando de cada ligera caricia y del mismo Loid susurrándole cosas lindas...todo eso era perfecto. Hasta que su nerviosismo terminó arruinando todo.
De verdad que esa no era su intención, pero todo la había superado, todo lo que él le había hecho sentir. Había sido demasiado, dejando salir aquellas inseguridades que había tenido al inicio. Aquella personalidad tímida, insegura y en ocasiones violenta del inicio que la había llevado a golpear a Loid en repetidas ocasiones en el pasado. No quería retroceder cuando habían avanzado demasiado, considerando que habían llegado tan lejos...esa no había sido su intención. Solo había entrado en pánico ante lo que todo eso llevaría.
Y Yor realmente quería hacerlo, quería llegar a esos niveles con Loid.
Desde el comienzo de todo esto había decidido ser la esposa perfecta para él, aunque al inicio lo había justificado con el hecho de que era para eliminar cualquiera duda o rumor que podría correr en la gente a su alrededor. Mientras las cosas fueron avanzando, eventualmente sus intereses se habían modificado. Aunque para ser sincero, ella por fin había aceptado las cosas.
Después de un tiempo de vivir con Loid, desde la aparición de Fiona ella había notado que sentía algo más fuerte que un simple acuerdo o una amistad con Loid. Un sentimiento cálido que se incrementaba cuando estaba a su alrededor, que la hacía estar tan cómoda en esa relación, por falsa que fuera. Que en ese momento se había conformado de portar el apellido Forger y que salieran de vez en cuando, además de lo amable que Loid podría ser con ella. Le gustaba esa vida, le gustaba tener a Anya como una hija y sobre Loid...él la hacía sonrojar con solo pensar en él. Pero siempre había huido de pensar demasiado de eso, aceptando que el trato le gustaba y ya.
O al menos en ese punto había sido suficiente hasta que aparecieron los rumores.
Eso la llevó a sugerir esas lecciones, el hecho de en todo lo que habían trabajado no terminara desapareciendo, el estilo de vida que le gustaba. Aunque la realidad es que...había una razón más importante. Razón que se hizo ver cuando lo primero que Yor pensó es que si ella no era una buena esposa, Loid la terminaría engañando. Su inconsciente había sido más honesto, porque su principal problema no era lo que las personas pensaran sobre su matrimonio, aunque si era un factor importancia, sino que ella fuera a perder a Loid.
