No había nada que pudiera sorprender a Loid después de su larga carrera de espía. Pero la conmoción total lo llenó cuando Yor enfrente suyo, con las mejillas sonrojadas y cerrando los ojos le hizo la petición más extraña de su vida.
"¡Enséñame a ser...
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Loid disfrutó el agua cayendo por su cuerpo, limpiando cualquier suciedad que pudo quedar de la misión de la cual estaba regresando. Había sido una semana complicada, con misiones tras misiones y por fin podría descansar ese fin de semana.
Una vez que terminó de bañarse, se secó mientras pensaba en que aún quedaba algo por hacer. Las lecciones semanales con Yor. Algo en lo que había estado pensando en su tiempo libre en la semana. Por lo que mientras él se bañaba le encargó a Yor que acostara a Anya. Por que en su siguiente lección esperaba no tener a la infante por ahí, distrayendo a su madre. Aunque la verdadera razón era porque...no sabía como iba a resultar esa noche.
Salió del baño con ropa cómoda y con algunas gotas aún cayendo de su cabello, pero se acercó a la sala, encontrando a su esposa sentada, esperando. Parecía ansiosa pero se relajó cuando lo vio. Ella le sonrió y él respondió al gesto, sentándose a su lado en el sillón más grande.
—He acostado a Anya, así que podemos empezar.
Loid consideró la forma más adecuada de manejar ese tema que era el más importante en todo ese asunto de lograr que Yor sea una esposa modelo, o al menos que convenciera a la gente de ello. Había estado dándole vueltas al asunto una vez que encontró aquel fallo, pero...no había mucho que hacer, más que tomarlo de frente.
—Bien...hoy hablaremos sobre tú nerviosismo.
—¿Mi nerviosismo?
Twilight torció la boca, en un gesto pensativo. Aún podía recordar las veces que Yor lo había golpeado dejado fuera de combate por acercarse demasiado. Presa de la vergüenza. Podía intuir que eso era debido a que no tenía nada de experiencia con el sexo opuesto. Pero era el problema más grave a resolver.
—Si, el hecho de ver a una pareja sin poder tocarse o actuar sin estar nervioso, dejaría en dudas nuestra relación. —Se rascó el rostro, en un intento de relajar el tema.
Yor presionó las labios al considerar aquellas palabras y ella misma recordó aquella ocasión en el bar donde había pateado al rubio. Y como conservó la hinchazón en su barbilla, todo porque ella se sintió tan avergonzada que no pudo controlarse...había sido algo bochornoso. Siempre actuaba de esa forma cuando él se acercaba demasiado y más cuando tomaba. Y ella terminaba tomando por los nervios. Era un circulo vicioso y comprendía que debía resolverse.
—Entiendo ¿y qué sugieres?
Loid se acercó solo un poco más hacia ella, sus rodillas casi se tocaban. Yor enrojeció al verlo tan cerca y ver las mejillas rojas alertaron a Twilight que se detuvo.
—Bien...¿puedes verme a los ojos sin apartar la mirada?
—¿A los ojos? —Aquello la tomó por sorpresa.
Él asintió, apoyando el codo en el respaldo del sillón. Yor sonrió, aquello era algo bastante sencillo. Era algo que siempre hacía con facilidad. Por lo que sonrió, apoyando sus manos en el sillón y dirigir su atención al Forger a su lado. Visualizó los ojos azules directamente con una seguridad enorme. Aquellos orbes celestes... aquella seguridad menguó cuando sintió la intensidad de la mirada masculina y prontamente algo cálido y fuerte instalándose en su estomago. El calor la abrumó y terminó apartando la mirada, con el rostro en extremo coloreado.
