No había nada que pudiera sorprender a Loid después de su larga carrera de espía. Pero la conmoción total lo llenó cuando Yor enfrente suyo, con las mejillas sonrojadas y cerrando los ojos le hizo la petición más extraña de su vida.
"¡Enséñame a ser...
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Su mano entrelazaba la suya con la fuerza suficiente para darle reconforte. Una vez que alcanzaron el campo abierto, ella soltó su mano cuando Anya tiró de ella para jugar.
Loid vio a Yor enfrascarse en un juego con Anya y Bond. Cada tarde salían para pasear al perro y Anya insistía en llevar su pelota para enseñarle a traerla. Aunque eso nunca había pasado. Bond solo corría a su alrededor. Todo esto como una estrategia para asegurar su credibilidad como familia. Además, que esos paseos terminaban por tranquilizarlo. Estaba bastante tenso por el poco avance de Anya con la escuela y que parecía que su relación con el segundo hijo de Desmond franqueaba de vez en cuando. No había semana que ella viniera y le dijera que había peleado con Damian. Era demasiado inestable...como sus calificaciones.
Sintió el aire mover su cabello mientras se apoyaba en el árbol. Anya lanzando la pelota y Bond saltando encima de ella y acostándose. Yor iba a su ayuda, levantando al perro. Loid vio a la mujer levantando a Anya y acariciando su cabello. Siempre era tan amorosa y dulce con Anya. A pesar que no era su hija y pensaba que él había tenido otra relación. No se había equivocado de mujer a elegirla para esa misión a pesar de las palabras de Nightfall de manera intensa.
Los ojos azules contemplaron la forma en que Yor corría detrás de Anya y se detenía cuando la niña se caía al suelo y rodaba. La forma en el viento movía su cabello y ella utilizaba sus manos para retirar los lechones de cabello en su rostro. Sus labios curveados en una sonrisa y rosados. Él presionó los labios, cuando los recuerdos vinieron a su mente. Aquel desastroso día cuando él se comió la salsa que ella tenía en los labios. Torció la boca.
¿Qué le estaba pasando?
Había perdido la cabeza al hacer eso. Y a pesar de lo había pensado durante todos esos días...no podía entender el porqué de su comportamiento. Solo lo atribuía al hecho de que la situación lo superó al tener que lidiar con el fuego momentos antes... pero jamás ninguna situación lo había superado. Él tenía control total de sus pensamientos y sentimientos.
¿Por qué con Yor no parecía aplicar eso?
Luego de un rato e indispuesto a lidiar con sus pensamientos, llamó al resto de su familia para regresar a casa, escudándose del cielo del nublado y que estaba por llover. Anya iba saltando adelante y Loid caminaba a un lado de Yor, pensativo sobre una misión.
Yor miraba al hombre especialmente callado y serio a su lado. La mirada carmesí siguió la mano masculina que de movía al caminar y se mordió el interior de la mejilla. Su mano picando para ser sostenida con la familiaridad que había desarrollado. Podía culpar a Loid de acostumbrarla de esa forma. En la manera que sus manos parecían encajar... pero la realidad es que ella había iniciado ese contacto. Y le hacía falta...aunque solo era por ese momento.
A pesar del incidente de noches atrás con la cena y aquel momento en la cocina...las cosas entre ellos permanecían normal. O eso es lo que pensaba. Ya que, al día siguiente, Loid actuó con tanta normalidad, sonriendo y Yor tuvo la sensación de que estaba haciendo como si aquello no hubiera sucedido. Que la tensión que flotó entre ellos de forma aplastante y su cercanía no hubiera sucedido. Era eso o... Yor había llegado a pensar que tal vez ella lo imaginó o aún peor, que fue algo sin importancia que ella maximizó. Una cosa ordinaria a lo que ella le dio demasiado significado.
