Mi Vida Entera

9

Habían terminado las clases y todos salieron de la escuela, Millie y Sadie fueron recogidas por Robert cómo todos los días y luego Sadie tuvo que despedirse de ella.

—Nos vemos luego. — Sadie

—Oh pensé que vendrías conmigo, es día de dar la vuelta en las bicicletas.— Millie

—Lo siento, hoy mi madre descansa del trabajo y quiero pasar tiempo con ella. — Sadie

—Okay, que te la pases bien . — Millie

—Gracias tú igual, adiós. — Sadie

—Adiós. — Millie

Sadie tomo algo de valor y beso la mejilla de Millie para luego salir de la camioneta.

—¡Asta luego señor Brown!. — Sadie

—Asta luego Sadie. —Robert

Sadie se fue a su casa y Millie se quedo sonriente viendo cómo su chica se iba, comenzaba a actuar más tonta de lo normal. Robert ya estaba casi completamente seguro de que se gustan, pero no iba a interferir y les iba a dar su tiempo.

Sadie entro a su casa muy feliz porque sabía que ahí estaría su madre, para empezar la casa daba un olor a comida muy rica, también estaba reluciente seguro porque toda la mañana Lori se la paso limpiando y cocinando, Sadie se acercó a su madre la cual esta enfrente de la estufa sin percatarse de que Sadie ya llego por el sonido de la televisión, Sadie la abrazo por la espalda aunque al principio hizo qué brincara del susto, luego Lori la miro con una sonrisa al saber que es su hija y no algo espantoso, no la culpen estaba sola en su casa y no esperaba que fuera abrazada por la espalda justo cuando estaba solamente concentrada en lo que hacía.

—Hola cariño, para la proxima marcha si quieres pero no me saques tremendo susto. — Lori

—Lo siento. — Dijo Sadie riendo un poco. — ¿qué haces?. — Sadie

—Preparo lo último que me falta para terminar la comida, mis tres hijos vendrán muy abrientos. — Lori

—Es cierto. — Dijo Joel apareciendo de la nada mientras que Larry acaba de cerrar la puerta.

—Al parecer no eres la única a la que le gusta entrar de sorpresa a la casa. — Lori

—Hola mamá. — Dijo Larry para llegar a dejarle un beso en la mejilla a su madre que es más baja de estatura qué el.

Los tres Sink suelen ser cariñosos con su madre más que con cualquier otra persona, aunque Sadie es la única que si es muy cariñosa con alguien más, Millie.

—Les servire, siéntense. — Lori

Los tres fueron a la mesa, Sadie hablo de que su día estuvo mejor y que ya tenía las cosas arregladas con Millie para que no siguieran preguntando sobre si está molesta con ella. Lori termino de servir los platos y agradeció por la comida junto con sus hijos para luego comenzar a comer.

—¿Qué tal el trabajo chicos?. — Lori

—Bien. — Larry

—Lo normal. — Joel

—Que bien... ¿Qué les parece salir hoy al cine?. — Lori

Todos estuvieron de acuerdo en el plan, terminaron de comer y los tres tomaron una ducha y se arreglaron para ir, al salir de su casa tomaron un bus que los llevo asta muy cerca del cine, tuvieron que caminar algunas calles pero eran pocas así que llegaron muy pronto, eligieron una película de acción y entraron a la hora más cercana qué tenían, no pudieron comprar palomitas así que tuvieron que entrar así. Cuando llego la hora fueron a la sala qué les tocó y se perdieron un poco porque no encontraban sus asientos por lo cual Sadie quería reírse ya qué Joel choco con un tipo muy alto que pareció asustarlo así que Joel le termino pidiendo perdón unas tres veces. Llegaron a sus asientos y comenzó la película, Larry solía ser el chico molesto que si se reía de algo era de una manera muy fuerte, hablaba cuando tenía alguna opinión o un chiste de la película y eso podía ser seguidas veces así que Sadie tuvo que pellizcarle el brazo para que se callara, después de eso Larry ya no quiso hablar porque el pellizco sí dolió. Mientras que Joel se estiraba cómo los que patean asientos, Sadie estaba por lamentarse el que tiene unos hermanos tan molestos, por suerte Lori solo tuvo que mirarlo molesta para que Joel se enderezará y ya no molestara tanto ya qué algunas veces volvía a sentarse cómo si no supiera cómo funcionan las sillas. Termino la película así que salieron y volvieron a tomar un bus de regreso, ya siendo de noche, la parada del autobus los dejo a unas cinco calles de su casa pero no tuvieron problema en caminar.