Mi Vida Entera

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Una familia llegó a un nuevo vecindario, habían decidido mudarse ahí ya que justo en esa calle vive el abuelo de la pequeña niña castaña, hija única de los padres Brown.

Robert y Kelly se habían conocido despues de haber terminado sus carreras y comenzado a trabajar. Resulta que Robert venía de una familia pequeña dónde había su padre desaparecido, dejandole toda la responsabilidad a su madre quien hizo todo un esfuerzo por mantener a su familia, a como iban creciendo sus hermanos mayores iban a trabajar descuidando sus estudios para poder ayudar a su madre, por otro lado Robert no podía hacer eso, tenía que estudiar y darlo todo para poder llegar a tener una carrera y ser todo lo que no pudo haber sido su padre, afortunadamente lo logró y aunque le costó mucho, había llegado a ser un hombre muy responsable, trabajador y inteligente.

Por otro lado Kelly también venía de una familia con una economía no de lo mejor, pero ella desde pequeña era muy inteligente y curiosa por lo que quería llenar toda su curiosidad con libros y clases, siendo la más trabajadora de su clase a la cual todos le querían pedir las tareas difíciles que ella siempre lograba hacer. Su familia cada vez tenía más expectativas sobre su futuro, ya la imaginaban siendo todo un éxito mientras que a la vez la presionaban para estar totalmente enfocada en su estudio sin tener vida social, no era una adolescente, era la chica que basaba su vida en ser inteligente, responsable y exitosa. Le gustaba pero a la vez no, su familia cada vez era más tóxica y sus padres tenían muchos problemas así que huyo de su casa para ejercer su carrera en una ciudad con mejores oportunidades abandonando el barrio en el que había vivido tantos años y también dejando atrás toda la presión y el posible divorcio de sus padres.

Robert y Kelly coincidieron un día que fueron a una entrevista de trabajo, los dos esperaron en unas sillas que estaban afuera de la oficina donde les arian las entrevistas, ninguno decía nada solo se daban miradas discretas, casi parecen dos adolescentes haciendo de adultos para ser más exitosos de lo que su familia podría esperar. Entonces llamaron a Kelly y ella entro a la oficina, después de un rato fue el turno de Robert y les dijeron que les dirían ahí mismo a quien aceptarían, necesitaban a un trabajador en ese puesto muy pronto y no perderían el tiempo pensándolo días y días. Robert y Kelly permanecieron en las sillas con un café.

—¿Eres de aquí?.— Preguntó Kelly para matar el tiempo.

—No, vengo por una nueva oportunidad de empleo.— Robert

—Yo igual... Necesito ejercer mi carrera.— Kelly

—Tambien yo.... Suerte.— Dijo Robert siendo empático con la chica que está en una situación muy parecida a la de el.

—A ti igual.— Kelly

Se desearon suerte esperando que ellos también lograrán conseguir el trabajo, lastima que solo había lugar para uno. Entonces salió el hombre que había entrevistado a los dos y dió la noticia.

—Lo siento señorita Kelly, señor Robert está contratado entre para darle sus indicaciones.—

Kelly se sentía decepcionada, no tenía idea de cómo se mantendría los tan solo los próximos días así que no dijo más y se retiró mientras que Robert volvió a la oficina. Kelly ya iba saliendo del edificio cuando fue alcanzada por Robert quien le dijo que conocía otros trabajos, le dió las direcciones y números para poder comunicarse para preguntar si aún tenían vacantes, de paso, le dió su número en el mismo papel poniéndole un "-Rob" y se lo entrego. Apartir de ahí comenzaron a hablar y luego salir, terminaron siendo novios tres años asta que se casaron y sus familias tuvieron que viajar asta los Angeles para poder asistir. Disfrutaron de su matrimonio asta que pasaron tres años y tuvieron a su primera y seguramente última hija llamada Millie, que termino naciendo cómo una niña privilegiada, con exelente economía por todo el trabajo que han hecho sus padres, siendo juzgada cómo una niña mimada. Afortunadamente los Brown al estar en familias difíciles, han tratado de ser los mejores padres para Millie pero a la vez educandola con los mismos valores que les inculcaron a ambos.