Mi Vida Entera

30

Noah y Finn habían hablado por mensaje y habían quedado en un cita. Noah había sido feliz hablando con Finn y sus padres la última vez pero ahora quería pasar tiempo solo con Finn y había tomado todo el valor para invitarlo a una cita. Así que quedaron de verse en una cafetería, pero no en la de siempre, era otra qué está más alejada de la calle donde viven pero es más grande y van músicos y de un rato a otro puede subir cualquiera al escenario y cantar.

Finn fue por el a su casa y de ahí se fueron en un taxi asta llegar a la cafetería.

Entraron y fueron a una mesa, el ambiente en la otra cafeteria es tranquilo y callado pero en esta hay gente más animada, música, algunos asta bailan. Entre más tarde es, la gente se divierte más y eso es algo que le encanta a Finn. Noah no había ido a esa cafeteria pero con tan solo entrar, ya le estaba gustando. Fueron a una mesa de dos pero Finn dijo que se sentía muy alejado de él asi qué en lugar de sentarse frente a Noah, movió su silla a su lado.

—¿Mejor?.— Noah

—Definitivamente... ¿Te gusta?.— Finn

—Creo que es bonito y me gusta la música.— Noah

—Eso es un sí.— Dijo Finn sonriéndole.

Ordenaron lo que querían y pronto volvió el mesero con sus bebidas junto con un platillo pequeño ya qué ninguno tenía mucha hambre. La música cada vez tenía mejor ritmo y hacia qué aveces Noah moviera su cabeza a lo que Finn sonreía.

—¿Puedo preguntar algo talvez personal?.— Noah

—Creo que sí.— Finn

—¿Por qué te llamo la atención mi estupidez?.— Noah

Finn se rio y volteo confundido con Noah.

—Me conociste porque te golpee la cabeza con una pelota de voley, qué por cierto me sigue dando mucha vergüenza.— Noah

—Eres lindo Schnapp.— Finn

—El golpe debió haber sido fuerte para que pensaras eso y un "por dios, tengo que conocerlo".— Noah

—¿Qué comes qué adivinas?.— Finn

—No pudiste haber pensado en eso después del golpe.— Noah

—Solo vi tu rostro y lo pensé. No había visto a un chico de tan linda personalidad, encerio es que siento que no podrías ni dañarle un cabello a las personas que quieres, también eres lindo cuando tienes vergüenza y e visto que la disimulas con chistes o distraerme con cualquier otra cosa. Así que con tan solo verte me quede pensando en la idea de conocerte y pensé que talvez podría hacer qué te enseñará algo de voley pero era un plan muy complicado, entonces le conté a Oliver y me ayudo, creo que quedare muy agradecido porque eres un chico increíble.— Finn

Noah ya estaba rojo y solo bajo la mirada y decidió tomarle a su bebida.

—¿Me pase?.— Finn

—No, no, solo que... No me habían tratado tan bonito.— Noah

—No es ni la mitad de lo que te mereces.— Finn

—Pues... Tú también eres muy lindo y creo que tienes una personalidad encantadora y por eso me pongo tan nervioso.— Noah

—Podemos ir lento si así quieres.— Finn

—No, esta bien.— Dijo Noah con una sonrisa para luego tomar la mano de Finn.

Siguieron hablando pero esta vez de otros temas para que ninguno de los dos se la pasara rojo o nervioso, estaban llegando a un punto donde sus mejillas dolían de tanto sonreir.