LA PANDILLA DE LOS CAZADORES

Destino

Día tras día Takemichi descendía de la montaña y cada día el tiempo que tardaba se reducía, ese día no era la excepción, pero ahora al entrar a la cabaña se encontró con alguien a quien no esperaba, Kazutora se encontraba "durmiendo" en su cama.

-¡Kazutora-kun!- dijo con asombro al ver al de mechas amarillas recostado, no entendía qué hacía en ese lugar.

-Ya veo... así que ya se habían reencontrado- Urokodaki hablo -Bueno, supongo que era el destino de los dos-.

-De que está hablado?- Takemichi pregunto, a la vez en que Kazutora se levantaba, Takemichi se dirigió hacia el -Kazutora-kun, estás bien?, que sucedió?, por qué estás aquí?- comenzó a preguntar con preocupación.

-Take...Takemichi- hablo Kazutora, mientras abrazaba al rubio con fuerza, tratando de evitar que sus lágrimas salieran -Perdón... Perdón, no te defendí ese día... perdón ... No sé qué me sucede, pero me alegra ver que estás bien, no se cómo explicarlo Takemichi... ya no te dejaré- comenzó a decir ya sin poder evitar soltar las lágrimas.

-Kazutora-san, no te preocupes, yo estoy bien, pero a ti que te sucede?- pregunto el rubio, mientras correspondía el abrazo, no sabía el porqué, pero ese abrazo era cálido, se sentía bien y nostálgico, tanto era el sentimiento que los dos comenzaron a llorar.

Urokodaki rompió el momento sentimental -Yo puedo darte una explicación de lo que te sucede, más bien será una explicación para los dos- termino de decir mientras se dirigía a una cajonera y sacaba un diario.

-Usted quién es?, a caso usted secuestró a Takemichi?- Kazutora pregunto con voz hostil y sarcástica.

-Más respeto para tus mayores, niño- contesto Urokodaki.

-Kazutaro-san... él es Urokodaki-san, es mi maestro de entrenamiento- intervino Takemichi.

-Ya veo, por eso desapareciste verdad- se sentó de manera correcta mientras miraba a Urokodaki - y bien anciano que es lo que me pasa- termino de decir Kazutora, mientras que Takemichi rogaba que Urokodaki no lo matara.

-Qué mocoso más irrespetuoso- Urokodaki se sobaba la "frente", -Muy bien... Takemichi, te había dicho antes que tenías un potencial para ser cazador- Takemichi se quedó escuchando atentamente el relato y en Kazutora las preguntas comenzaron a surgir, pero dejaría que el anciano terminara de hablar -Tu olfato es más desarrollado que el de una persona normal, la verdad es que eres la reencarnación de un joven de nombre Tanjirō Kamado-

Silencio total silencio -Qué diablos habla anciano!?- Kazutora hablo casi gritando, para él eso era algo irreal.

-Kazutara- san deja que el maestro termine de hablar- Takemichi estaba sorprendido, pero decidió dejar que Urokodaki terminara su relato, Kazutora asintió y volvió a poner atención.

"Tanjirō Kamado fue un cazador increíble en el pasado, se enfrentó al gran rey demonio Muzan Kibutsuji y puso fin a esa era de demonios, pero no estaba solo, sus amigos estaban junto a el y los pilares le respaldaban, se ganó la confianza de todos, esas personas se convirtieron es su familia y por ellos estaba dispuesto a triunfar.

El camino no fue fácil, se perdieron muchas vidas, vidas que para él eran valiosas, inclusive lloraba por el perdón de los demonios cuando estos morían; Su familia biológica fue asesinada a sangre fría y la única sobreviviente fue su hermana menor Nezuko; sin embargo, la única razón por la que sobrevivió fue porque su cuerpo y sangre mutaron, se había vuelto un demonio, dispuesto a regresarla a su forma humana se embarcó en esa aventura.

Kazutora la razón por la que te sientes de ese modo, es porque tú eres la reencarnación de Nezuko Kamado, tu sangre demoniaca despertó, esa es la verdadera razón por la que te sientes extraño"