The circus

La bailarina peliazul

--Mami, ¿por qué su pelo es así?--un pequeño de 5 años la señaló, su mano siendo bajada bruscamente por su madre

--Porque nació mal cariño, no te le acerques mucho--dijo la señora antes de marcharse con el infante en brazos, no sin antes dedicarle una mirada despectiva por sobre su hombro

Coraline le dio su mejor mirada de odio mientras chasqueaba la lengua, irritada--Maldita...--mascullo entre dientes antes de irse en dirección contraria a la que se habían ido madre e hijo

Siendo honesta no era el peor comentario que le habían dicho, pero no por eso dejaba de fastidiarle, lo que le molestaba no eran los comentarios propiamente, sino el hecho de que no podía devolverlos. ¿Por qué? Porque ni ella misma sabía porque diablos su cabello era azul

Gran parte de su niñez la había pasado encerrada en su casa por sus padres, estos diciéndole que era para protegerla, pero luego de que su padre muriera en uno de sus viajes de trabajo, tanto su madre como la muchacha tuvieron que ponerse manos a la obra para tener un pan en la mesa

A sus 12 años se convirtió en la niña de los recados, yendo de un lado a otro con tal de que le dieran unas monedas, y no faltaba quien hiciera comentarios despectivos sobre su peculiar cabellera; en ese entonces no dudaba en abrir la boca para decirle a esos ignorantes lo que pensaba, pero siempre terminaba igual, desde una cachetada hasta que le arrojaran toda clase de basura. A la forma dura aprendió que debía mantener la boca cerrada si después quería tener comida en su plato

A sus 15 años, su madre murió enferma, quedando ella sola en esa casa donde tuvo sus mejores aventuras siendo una niña, pero pronto también quedó sola en la calle, el banco de la ciudad le había quitado la casa, y al ser menor de edad no había mucho que pudiera hacer

Al final, termino mudándose a un apartamento sucio de un edificio abandonado. Le tomó tiempo, pero con sus manos y algo de ayuda pudo hacer que ese lugar fuera habitable. Ahora lo único por lo que debía pagar era por su alimento y ropaje

Su trabajo no mejoro, con el tiempo ser la chica de los recados dejó de alcanzarle para cenar, así que contra viento y marea busco otra forma de ganar dinero, y al final la encontró

Y le desagradaba de todas las formas posibles

Empujó con parsimonia la puerta que la llevaba a la parte trasera del establecimiento, a los "camerinos" según su jefe, estos siendo no más unos casilleros y un baño donde cambiarse, pero ni muerta lo usaba, así que venía con el "uniforme" de una vez bajo su atuendo. Los gritos de su jefe diciendo que ya tenían que salir no tardaron en escucharse y pronto todas las mujeres salieron

Los reflectores que apuntaban al escenario la cegaron unos segundos cuando llegó su turno. Reprimiendo sus muecas de aversión, empezó a mover sus caderas y brazos de forma lenta, tortuosa, no tardando en escuchar los silbidos de los hombres en el público

A sus 18 años, Coraline no tuvo de otra más que convertirse en bailarina de un bar

No la aceptaban en ningún otro trabajo, todos le cerraban la puerta en la cara antes de poder siquiera pedir el empleo. Pero el dueño del establecimiento si le concedió el lugar, solo porque en estos sitios solo querían ver mujeres bailar

Odiaba ese lugar, odiaba a su jefe y odiaba las miradas hambrientas de todos esos hombres sobre su cuerpo. Por suerte solo tenía que bailar, en ningún momento debía estar en contacto con el público. Como su jefe decía, "solo necesito otra bailarina, no un fenómeno cerca de los clientes"

Hasta en ese basurero era un fenómeno

Al salir del trabajo, prácticamente corría hasta su casa, anhelando la seguridad que sentía dentro de esas paredes. Al notar como las luces de los edificios se hacían cada vez más débiles, sabía que llegaba a su destino, un edificio abandonado y oscuro. Subió los tres pisos del edificio, la madera vieja crujiendo a cada paso que daba, tomó el pomo metálico y empujó la puerta, cerrandola con llave apenas entró