The circus

Invitación y preparativos

––¡Y luego Wybie salió disparado echando fuego de la moto! ¡Jack y Huevo estaban volando por todos lados! ¡Y Merida y Hiccup parecían enemigos de muerte!––contaba enérgica Emma lo ocurrido en el espectáculo, haciendo volteretas mientras hablaba y brincaba como conejo al rededor de los más grandes

Todos los integrantes del circo veían divertidos y enternecidos a la niña, riéndose en ocasiones de sus expresiones y movimientos exagerados. Todos estaban en el jardín del hotel donde se quedaban, todos estaban sentados en troncos o en el suelo, al rededor de una fogata que habían armado

––¡Y-Y Norman parecía un mago! ¡Coraline no dejaba de girar!––en su euforia, empezó a dar vueltas sobre si misma, mareandose a los segundos, produciendo carcajadas en los demás

––Bájale tres rayas al entusiasmo niña––riendo de por medio, Kubo se acercó y levantó a la castaña. Volvió a sentarse en el suelo dejando a Emma frente a él, y pronto la niña sintió como el pelinegro empezaba a trenzar su cabello, sacandole una sonrisa

––¿Me haces dos?––pregunto viéndolo sobre el hombro

––Seguro––Kubo respondió jugando con su cabello. El peinar a las chicas del grupo se le había vuelto costumbre en los últimos meses

Seis meses para ser exactos

Habían pasado seis meses desde su primera presentación, seis meses de duro trabajo y caídas en los ensayos, de discusiones y risas, de satisfacción al presentarse. No tenían dudas, el seguir a Lionel había sido una de sus mejores elecciones. No sólo les favorecía por la paga, habían encontrado lo que tanto querían

Un lugar seguro, donde no se sentían menos que nadie

En todo el tiempo que llevaban conviviendo bajo el mismo techo, habían pasado varias cosas. Se conocían mejor cada día, se enseñaban entre todos distintas cosas, se apoyaban en los actos del circo y hasta en cosas más simples. Pero sobretodo, el uno al otro se cuidaban la espalda

Lo tuvieron bien claro la primera vez, hace cinco meses

"Hiccup y Merida salieron a la parte trasera del edificio, al callejón. Todos los demás estaban adentro, practicando sus actos, pero ellos habían decidido tomarse un descanso. Y a petición de la pelirroja fueron a la parte de atrás, Hiccup no entendió muy bien el por qué pero no quiso que saliera sola

––¿Alguna vez pensaste que terminarías aquí?––preguntó vagamente el castaño metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón

––Claro que no––respondió escueta, sacando una caja y un encendedor de un bolsillo de su vestido. Hiccup observo sus movimientos con atención. La chica sacó de la caja un porro, se lo puso entre los labios y lo encendió

Dio una calada y exhalo el humo. Todo bajo la atónita mirada de Hiccup

"Por eso querías salir aquí", pensó uniendo las piezas. Su mirada tornándose algo divertida

––Eso no es algo que haría una dama––soltó burlón, sin malicia, solo quería sacar conversación

Merida frunció el ceño y entre un bufido dejó salir el humo. El comentario le había traído irritantes recuerdos

––Yo no soy ninguna maldita dama, tampoco me importa serlo––hablo tosca, fijándose en el cemento sobre el que estaba parada

El ojiverde se desconcertó ante su respuesta, notando rápidamente que la había molestado, el arrepentimiento y vergüenza lo invadieron de golpe

––Si lo que dije te molestó, lo siento––dijo rascándose el cuello, viéndola con una sonrisa de disculpa

La pelirroja volvió en sus sentidos al oírlo, siendo consciente de que le habló mal cuando el no tenía idea de nada. Se mordió la parte interna de su mejilla, sintiéndose tonta por lo de antes, y por lo que iba a hacer a continuación