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Diva



El reloj marcaba las cuatro de la madrugada y ya había terminado de bañarme, algo extraño porque a estas horas yo solía estar en el octavo sueño soñando que montaba unicornios que salvaran el mundo del futbol.

Pero realmente yo estaba despierta porque sentía que hoy sería un buen inicio para mí, sonreí cuando me senté frente al espejo de mi habitación viendo que mi cara parecía un accidente de tránsito, pero de todas formas le sonreí al espejo.

Agarré varios mechones de mi cabello, mientras pasaba un cepillo encima de ellos peinándome mientras el ventilador soplaba mi rostro, yo no era el tipo de chica que solía hacer esto, pero siempre existía una primera vez.

Yo no era el tipo de chica que se preocupase por como se veía, especialmente cuando se trataba de un lunes por la mañana, odiaba levantarme temprano, pero odiaba tener que tratar de verme bonita, siento que es algo que no me identifica.

No es que me haga sentir incómoda, solo es que soy demasiado perezosa para lucir bien en un lugar en donde me ven diario, pero aun así este día era especial ¿Supongo?, pero de todos modos trataba de no darle vueltas a ello.

Luego de treinta minutos ya mi cabello caía completamente lacio por mi espalda, mientras que delante estaba perfectamente peinando, dejando en cada lateral de mi cabeza dos moños pequeños que se veían genial allí, luego tomé unas pinzas en forma de estrellas las cuales me daban un aspecto más veraniego.

Luego de que mi cabello estuvo perfectamente peinado, pase a poner solo polvo compacto alrededor de mi cara mientras que yo buscaba un delineador en mi bolso de maquillaje, respire cuando lo destape mientras que rezaba por un pulso de cirujano.

Solo tomé una respiración para pasarlo en un segundo viendo que extrañamente me salió bien, para no agotar mi racha fui directamente al siguiente ojo haciendo lo mismo viendo como todo salía bien mientras echaba un chillido de emoción.

Busque nuevamente en la cartuchera viendo un labial, un labial de fresas, el cual me llamaba, lo pase por mis labios haciendo un breve puchero, luego de poner el gloss sobre mis labios, luego pase a pasar un poco de sombra sobre mis parpados.

La alarma de mi celular sonó mientras que yo dejaba caer la brocha de la sombra sobre el estante mientras sonreía al ver que había dividido mi tiempo perfectamente, por lo que fui por mi uniforme y me lo puse, saliendo de casa con una sonrisa la cual no se me podía borrar.

En la esquina estaba parada Clara la cual escuchaba música desde sus audífonos, Harley ya había llegado a la esquina cuando yo aparecí llamando la atención de las dos chicas las cuales me miraron como si tuviera una tercera cabeza.

—¿Qué tal chicas?

—Ok, esto es muy raro ya...—habló Clara mientras su pelo estaba amarrado en un moño.

Harley frunció el ceño mientras se acercaba rápidamente a mí, me puso su mano en mi cuello, buscando mi temperatura para retirarla de inmediato con una sonrisa, la cual me hizo sentir nerviosa de alguna manera u otra.

—Viola Hood—habló Harley sonriendo—¿Maquillada y arreglada un lunes? Creo que el de arriba escucho mis plegarias.

Solo reí nerviosa mientras me disponía a caminar junto a las chicas, las cuales hacían bromas sobre mi cambio repentino, solo sonreía porque cualquier cosa que dijera sería usada en mi contra, pero aun así me sentía bonita y capaz de poder tener a cualquier persona.

Las chicas Cool Nunca lloranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora