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Good Byes.


Lo primero que hacemos al nacer es llorar, una señal de que estamos con vida y de que tuvimos una oportunidad para existir, en un tiempo prudente conocemos la muerte, la cual significa el fin de nuestra existencia, venimos llorando, aprendiendo de paso una gran lección la cual es que venimos llorando, pero nos vamos en silencio.

Una lágrima salió de mi ojo derecho mientras el viento soplaba fuertemente en aquel lugar el cual había empezado a detestar, el cual que me daba ansiedad, hacía frío y se avecinaba un fuerte aguacero, pero no me importaba nada de eso, en estos momentos nada me importaba.

En mis dedos reposaba una rosa de color blanco, la cual se movía con el viento logrando que en varios momentos las espinas clavasen mis dedos, yo solo observaba como la madre de Harley se aferraba a la tumba mientras lloraba, Clara estaba en suelo de rodillas mientras gritaba a todo pulmón llamando a la chica.

Sentí un apretón en los hombros, viendo a Hansel pararse a mi lado mientras miraba fijamente la lapida con el nombre de la chica, una lágrima se escapó de sus ojos mientras yo volvía a mirar al frente en silencio, sintiendo como me quemaba viva con cada segundo que pasase.

Me estaba conteniendo, pero mi pecho dolía, mis manos temblaban mientras varias líneas de color carmesí caían en el suelo a causa de la rosa, pero aun así el simple hecho de respirar significaba el sentir una fuerte puñalada en la espalda mientras mis piernas temblaban, no tenía la fuerza para mantenerme en pie, lo sabía.

Entonces la primera gota cayó en mi nariz, luego la segunda en mi frente, para segundos después un fuerte aguacero azotara el lugar haciendo que varias personas se alejaran del lugar, intentando refugiarse de la fuerte lluvia, mientras que ahí solo nos quedamos cuatro personas.

Hansel, Clara, yo y la madre de Harley.

No podía aceptar el simple hecho de que ya no nos veríamos, no podía pensar en el simple hecho de que ahora debería de acostumbrarme a no tenerla junto a mí, ¿Cómo diablos debía de aceptar de que ella no estaba?.

Las despedidas siempre son complicadas, las últimas palabras siempre son las que más duelen y su última sonrisa es algo que atesoraré para siempre, cada paso, cada susurro... Cada parte de ella las guardaré en mi corazón para siempre.

Intente dar un paso, pero caí al suelo, mientras veía como el trabajador del cementerio lanzaba el primer palazo mientras me miraba fijamente a los ojos, sus ojos eran diferentes, eran grises, mientras que una gran pena se albergaba en ellos al verme.

Intente ponerme de pie, pero los gritos de Clara lograron fragmentarme.

Entonces exploté.

—Esto es una maldita Broma—grité mientras intentaba lanzarme al ataúd, el cual era bajado de forma lenta, pero no pude hacerlo porque él me sostenía—Déjame ir a despertarla Hansel, déjame ir a por ella.

No podía permitirlo, no podía abandonarla ahí, no podía permitir que la botasen ahí como si fuese un plato desechable, ella no lo era, ella necesitaba ayuda.

Grite, patalee, hice de todo mientras yo veía como con cada palazo el ataúd quedaba enterrado bajo tierra, ¿Cómo yo debía de entender que era mi mejor amiga a la que estaban enterrando?, Clara solo se acercó a abrazar la lápida junto a la madre de ella.

Cada palazo dolía más que el anterior, cuando pude soltarme no dude en correr y empujar al hombre con la pala para ponerme de rodillas y empezar a escarbar para sacarla de allí, a ella no le gustan los lugares oscuros y mucho menos reducidos.

Las chicas Cool Nunca lloranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora