—¡¡¡¡Ayúdame Liiii!!!!—Aquel grito no se iba a olvidar, era un trauma para la pobre Lisa.—¿Estás bien hija?—Preguntó su madre al ver a su hija levantarse asustada, ella negó con la cabeza y empezó a llorar—No llores bebé, estoy segura que tu hermana nunca quiso que te sintieras culpable por su muerte—Su madre la consolaba en un abrazo, pero todo se dio arruinado al darse cuenta que estaba alucinando.
—¡¿Qué carajos me pasa?!—Gritó desesperada
Un ruido la asustó aún más y se escondió en unos escombros. Se encontraban en una casa abandonada en la mitad de un bosque, todos habían muerte y ahora eran unos muertos vivientes. Su familia había sido atacada por aquellos seres y no volvió a verlos en estado normal. Ahora alucinaba con ellos, pues se volvía Loca.
Su hermana había salido de compras y ella la acompaño, justo cuando iban a pagar todos empezaron a correr deseperadamente, al darse cuenta de lo que sucedía se escondieron en un lugar del mercado, pero aún así su escondite fue visto por aquellos seres que no dudaron en atacarlas, su hermana empujó a Lisa para que saliera a correr y ella así lo hizo, pero a la hora de salir su hermana se quedó atrapada en un lazo que se había caído por los fuertes golpes que estos muertos vivientes habían dado.
Su hermana gritó que la ayudará, pero Lisa estaba tan asustada que salió a correr dejándola sola, desde entonces está sola en la mitad del bosque. Lo único que se pregunta es...¿Dónde están mis padres?, pero lo que ella no sabe es que ahora todos la buscan para comer de su carne y sangre, menos uno que busca compañía.
Era uno de esos seres que Lisa apodo como "Zombies".
Tardo un poquito en irse, pero al fin se había ido.Su estómago gruñó llamando la atención del zombie que camino hasta los escombros notando una presencia rara.
Lisa sin espera sacó su cuchillo que guardaba siempre en su pantalón y lo clavo en el zombie que cayó al suelo muerto. Salió de su escondite para agarrar un palo con el que siempre mataba a los zombies y camino sigilosamente hasta la puerta de la habitación para asegurarse que no habían entrado más. Suspiro y salió de está para empezar a ingeniar como salir con seguridad, pues tenía demasiada hambre y ya se había acabado su comida, le echo seguro a la puerta de la casa y volvió a entrar a la habitación donde estaban los escombros, esa era una sus guaridas y su favorita. La habitación tenía como poner seguro y además no había ventana donde pudiera entrar uno de ellos.
Después de un rato que ingenió su escape agarro el palo con el cual iba a golpear a cuanto ser se le cruce por el camino. Salió de la casa y empezó la acción.
Gracias a Dios no había ningún problema, por ahora.
Seguía caminando hasta llegar al final del bosque donde había una ciudad y esta si estaba repleta de zombies, con cuidado de no ser vista se escondió tras una casa la cual estaba manchada de sangre entró a está encontrando comida y cosas de aseo personal, cosa que le sirvió de a mucho y decidió guardar en el maletín que había llevado.
Seguía entrando a casas para sacar más comida y cosas de utilidad, hasta que le llamó la atención una puerta que tenía una mano como sello en toda la mitad, era sangre. Abrió la puerta encontrando varios zombies muertos en una esquina de la habitación y en la otra esquina un cofre. Se acercó a este y lo abrió encontrando armas. Escopetas, pistolas básicas y muy comunes. Agarro varias de estas que venían recargadas, pero no había notado que una de esas presencias en aquella habitación no había muerto y ahora la acechaba. Un gruñido de aquel la asustó haciendo que ella se diera la vuelta rápidamente y este no dudo en atacarla. Mantuvo el silencio mientras trataba de no ser mordida, ya que si hacía bulla podrían venir más, cuando estaba a un centímetro de morder su cuello cayó muerto a su pecho despuésde oír un disparo, ella asustada abrió los ojos encontrando a un hombre que le había disparado aquel bestia que la ataco. Empujó al zombie que murió en su pecho y se quedó observando al hombre por unos instantes, pero todo se vio arruinado una vez que todos los zombies entraron a la casa, pues aquel disparo les había llamado la atención.
El hombre agarro de la mano a Lisa y juntos salieron rápidamente por la ventana, corrieron hacía el bosque, pero el se detuvo.
—¿Qué te pasa?¡Corre!—Dijo Lisa al ver que el chico se detuvo y varios zombies venían atrás de él
—En el bosque hay más—Supuso.
—Allá vivo yo—Corrió hasta él tomando su muñeca y corrieron con prisa al bosque, sin detenerse cruzaron todo eso hasta llegar a la casa abandonada, entraron a ella y corrieron hasta la habitación que Lisa había escogido como su favorita, le pusieron seguro a la puerta y se escondieron en los escombros.
—¿Quién carajos vive en el bosque?—Le preguntó el pelinegro
—Yo—Se voltearon a ver, pero derrepente notó tras él un Zombie y no pudo evitar gritar, luego se asusto al darse cuenta que de nuevo estaba alucinando, pero ya no se podía hacer nada, el gritó había llamado la atención de más zombies y se reunieron en montón afuera de la habitación, la puerta en segundos fue golpeada con fuerza, gracias a Dios era de metal, ella se había encargado de su seguridad y no dudo en volver madera en metal.
—¿Qué demonios te ocurre niña?—Preguntó el hombre
—Alucinó—Confesó.
—No te crítico, a veces lo hago...—Sonrió tratando de agradarle a Lisa, cosa que lo logró. Ella soltó una risita, mientras sonreía.
—¿Cómo te llamas?—Preguntó curiosa
—Jungkook ¿y tú?—Preguntó
—-Lalisa, pero me puedes decir Lisa...—Sonrió amable
—Que linda eres Lisa—halagó.
—igual.