La casa de Marco era un sueño hecho realidad, era grande como si tratase de una mansión. Sonrió en grande, si que era rico. Al lado de la casa de él, había una mucho más grande.
— Esa es la mansión de la Familia más poderosa de Busan — Nos comentó Marco mientras nos daba un tour por el patio de la mansión. Tenía dos piscinas, un jacuzzi y un pequeño bar a un costado. El mismo patio Daba para el del vecino y estaba dividido por una valla de madera corta. Se escuchó como un perro latio y el gato de Lisa gruño alerta.
— Tranquilo, bebé — Lo tranquilizó colocando su mano en su cabeza y acariciando un poco. Bajo a su gato una vez estaba en su habitación. Era grande y juro que era del mismo tamaño que la cocina de la casa de Pedro. Acomodó la cama de su gatito en un costado de la habitación y acomodó su ropa en el closet. Era demasiado grande para la poca ropa que tenía.
Se sorprendió bastante cuando Marco les dió una tarjeta de crédito a cada una.
«Maldicion madre ¿por qué no te habías casado con Marco?»
— Demasiadas gracias, Marco — Lily hizo una reverencia. Lisa sorprendida, pero al parecer su madre ya habia disfrutado de los lujos pues solo sonrió.
— Gracias — Decidió Murmurar aún seguía atónita. A las horas de ir de compras regreso con una gran sonrisa, se había comprado todo lo que quería y lo mejor era que su dinero no había acabado, seguía bastante como si a penas hubiera comprado una prenda. La idea de ser rica le encanto. Se colocó el vestido de baño que había comprado y encima la bata que también compro. Las chanclas de lujo que también había comprado y salió para planear darse un baño en la piscina. — ¿Para donde van? — Preguntó cuando vio que su madre y Marco planeaban salir.
— Vamos un rato al parque, no tardamos
Su madre lucía tan contenta y eso la hacía feliz a ella también. No le dió tanta importancia y se metió en la piscina. De pronto vio como un gran perro doberman saltaba la valla para correr hacia su gato.
— ¡Maldición No! — Lisa salió de la piscina a toda velocidad para poder agarrar a su gato, cuando lo atrapó este temblaba de miedo y el perro no paraba de ladrar.
— ¡Bam! — Escuchó un grito desde el otro patio, el perro dejo de latir y corrió hacia la valla para volver a saltarla. Lisa bufó con melestia y entro a su gato después de cerrarle la puerta. — ¿Que hacías, campeón? — No logro distinguir su rostro, estaba agachado acariciando al mismo perro, su cabello largo lo tapaba.
— ¡Oiga! — Grito molesta asomándose por la valla — Su perro casi mata a mi gato — Dijo molesta, el chico se levantó y está juro desmayarse cuando vio su rostro, era tan...
— ¡Laly! — Escuchó el grito de su hermana desde la habitación — ¿¡Que haces!? — Preguntó acercándose a la puerta del patio —Oh allí estás ¡Vente! — Grito haciendo un ademán con la mano para que entrará.
Lisa le hizo el ademán de esperar y volvió a asomarse por la valla. El chico que era alto lograba asomarse con facilidad, pero la chica era muy bajita, le tocaba empinarse.
— Hola, me llamo Jeon Jungkook — Saludó sonriendo, Lisa no pudo evitar no sonreír y más cuando su sonrisa era muy linda.
— Yo soy Lalisa Manobal, pero puedes decirme Lisa — Saludó. Pudo notar que el chico tenía tatuajes en sus manos y parte de su pecho.
— Un gusto, Lisa — Saludó, Lisa sonrió y volvió a ver a su hermana que ya se había ido de la puerta. — ¿Me decías algo? — Recordó.
— Lo que pasa es que tu perro se cruzó la valla para perseguir a mi gato — Explico — Y pues se asustó bastante.
— Lo siento — Lisa sonrió — La verdad es que Bam no hace nada solo que...
¿Bam?
El recuerdo de BamBam se vino a su cabeza, tenía que llamarlo.
—... Nunca lo ha hecho, pero tendré más cuidado con él — Lisa sonrió nuevamente y asintió.
— Gracias — Lisa bajó sus pies rendida, ya estaba cansada de estar empinada. — Me tengo que ir, Hasta luego — Jungkook sonrió y Lisa se alejó.
Cuando llamo a BamBam le comento todo y que ese Chico era muy bello.
“Tú y tus gustos”.
— Te juro que es lindo, Bam
“Aja”
Lisa rió y siguió contándole cosas, por ejemplo todo lo que Marco les había regalado y eso que apenas llegaban. BamBam le comento que por fin se había tomado la valentía de hablarle a la chica que le gustaba y que su plan salió de maravilla, mañana tendría una cita con ella en la cafetería de enfrente del parque del colegio.
— Me alegro por ti, Bambi
“Ojala tu puedas hablar más con ese chico”
Lisa rió y cruzó los dedos.
— Te juro que está hermoso — BamBam rió. En eso escuchó como su madre la llamaba. — Tengo que colgar, Bam, acaba de llegar mi madre, hablamos luego.
“Ujum”
Lisa colgó y bajo, habían traído unas donas.
Eran como las seis de la tarde. [16: 00]
— Come hija — Chitthip le entregó una dona a Lisa y está la mordió, era demasiado buena.
En eso Marco decidió hablar. — Mañana las voy a inscribir en la mejor Universidad de Busan — Dijo, Lily sonrió y se mostró agradecida. Lisa solo se mostró sorprendida como siempre lo estaba, no podía creer que sus sueños se estaban volviendo realidad.
— Gracias, Marco — Agradeció cuando logro entender mejor.
— Puedes decirme Mar — Lisa sonrió y Liliy solo Asintió.
— Gracias Mar — Volvió agradecer, su madre reía pero no de burla, si no de felicidad ante lo contentas que estaban sus hijas.
Cuando eran más de las diez de la noche [22: 00] se fue a dormir.
— Nos vemos mañana, mis tesoros
Su madre les dió una beso a cada una y les ayudo a dormir, contemplado un poco su sueño. Aunque estuvieran grandes no dejaban de ser sus pequeñas bebés; Lisa tenía 20 años y Lily 21 años, no eran tan grandes como para despreciar las caricias de mamá.
— Te quiero, Lisa — Susurró antes de marcharse de la habitación de la castaña, está sonrió. Sabía que su madre la quería demasiado.
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