𝐁𝐨𝐝𝐚 𝐄𝐪𝐮𝐢𝐯𝐨𝐜𝐚𝐝𝐚 [𝐋.𝐒]

𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚𝐬

▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭ ꒰🌼꒱ ▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭𝅼

—Agh, Liam eres tan asqueroso —se quejó Harry mientras aventaba al castaño hacia un lado. Y se quitaba la chaqueta— ¿Cómo te atreves a vomitar en mí?

—Lo siento, Conan te pagará por ello —señaló a su hermano y se dejó caer otra vez en Harry.

—¡Yo no pagaré por tus asquerosidades, Liam! —le espetó Conan lanzándole una piedra, aunque fallando completamente— ¡Nini! ¡Ayúdame a levantarme, por favor!

—¿Cuánto te costó esta chaqueta, Harry? —preguntó Liam tomando a Harry por los hombros y acercándose a él, mirándolo con los ojos muy abiertos— En la mochila de Conan hay muchas monedas de oro, agarra las que quieras. —le terminó susurrando, cuidando que el menor no lo escuchase.

Harry sonrió con malicia y le dio un apretón de él hombro a Liam.

—Eres... una gran persona.

—¿Verdad? ¡Soy todo un ángel! —alardeó sonriente, hizo un pequeño baile de felicidad y se sentó en el pasto.

—Tú no vas a tocar esa mochila, Hazzie —reprendió Louis, causándole un pequeño susto al mercenario por su repentina aparición— Es el dinero de Conan.

—Pero su hermano arruinó mi chaqueta —recordó señalando la pretenda en el suelo—. Se reparte la culpa y por eso Conan pagará. Además, no se dará cuenta, está muy entretenido haciéndole coletas a Liam y a Niall. Mira, Niall ya tiene tres.

—Si mal no recuerdo, me dijiste que esa chaqueta la ganaste en una apuesta, así que no te costó nada... y no tienes que tomar el dinero de Conan —le recordó con una sonrisa que daba a entender que ya sabía de su victoria.

—Los daños psicológicos los tiene que pagar alguien —insistió. Y Louis podría jurar que un poco más y Harry estaría haciendo berrinche muy pronto; lo que le hizo sonreír con gracia.

—Mejor vamos a descansar que aquellos tres ya se durmieron —tomaron las cosas de Conan y las de Niall y se acercaron a los demás.

Harry miró a los dos hermanos y a Niall desde arriba y frunció los labios. No podía creer que aquellos raritos estuvieran haciéndose un espacio en su corazón. Debía detener todo eso antes de que le fuera difícil seguir su vida sin ellos.

Les colocó una cobija a cada uno y se sentó en el pasto junto a ellos, claro sin sobrepasar el espacio que él consideraba bueno para su espacio personal y aura.

—¿Desde cuando pones una barrera que nos protege a todos durante la noche? —cuestionó observando a Louis formar un círculo alrededor de ellos con pequeñas flores de distintos tipos y colores. Era muy bonito.

Louis se sobresaltó por la pregunta y escondió su mano con las flores tras su espalda. Lo miró con los ojos muy abiertos y haciendo un pico con sus labios comenzó a negar con la cabeza. Dando a entender que no sabía de lo que hablaba.

—¿Lo has hecho desde la primera noche? —inconscientemente una sonrisa escapó de sus labios. Miró a Louis balancearse sobre sus pies y sintió sus orejas arder. Así que simplemente bajó la mirada, no podía negarlo más. Louis alborotaba cada fibra de su ser.

—Debo estar tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta que seguías despierto —masculló, extendió su mano con las flores hacia Harry y le sonrió, mostrando aquellas arruguitas a los lados de sus ojos, que Harry adoraba muy secretamente—. ¿Quiere ayudarme a colocar las florecitas?

Harry sonrió asintiendo y se incorporó. Extendió su mano y Louis depositó varias florecitas en ella.

—No dejes afuera a Liam —le recordó medio bromeando y medio en serio. Harry se encogió de hombros divertido y prosiguió a acomodar las flores.