Luna Tormentosa [Acelu]

Primera Noche

♱ La noche en la que nos conocimos ♱

Narrador Omnisciente:

Vampiros, criaturas aparentemente ficticias, las cuales están por encima de la cadena alimenticia, alimentándose principalmente de sangre, con colmillos y pieles pálidas, débiles ante la luz del sol, aparentemente inmortales, prácticamente eran seres quienes se desviaron del camino de Dios y su castigo era este, sin embargo, esto no era del todo verdad.

¿Qué eran seres que no podían vivir bajo la luz del sol? Si y no, solo los Vampiros de sangre pura podían pasearse bajo los rayos del sol, los que eran "impuros" se quemaban nada más salían durante el día.

¿Pálidos y con colmillos? Claro que tenían colmillos los usaban para comer, aún que podían ocultarlos la mayor parte del día, mientras que la parte de pálidos, bueno la mayoría lo eran, existían unos pocos que no eran así.

¿Seres que se ganaron el odio de un Dios y su castigo era negarles la luz del sol y la vida eterna a su lado? Bueno, Luffy no conocía a nadie más religioso que los propios Vampiros, no había ni un solo Vampiro que no llevará un rosario sobre su cuello o alguna decoración que demostrará su fe en el todo poderoso.

Por último ¿Sedientos de sangre? Bueno, eso no lo podía negar, tal vez era la única parte real en todas aquellas leyendas que los humanos solían contar sobre ellos, la necesidad por consumir sangre siempre estaba presente en ellos, no podían controlar su sed cuando está llegaba a ellos, por lo que para no hacer una masacre entre los humanos, se aseguraban de tomar un poco cada cierto tiempo, de esta manera se mantenían cuerdos, alejados de aquella hambre insaciable que los convertía en bestias sin cerebros, tal y como cierta otra raza que ellos conocían y con la cual no se llevaban bien, pero ese era otro tema.

Mientras que los Vampiros impuros tenían está hambre desde que nacían, siendo constante y cada vez más insaciable, los Vampiros puros tardaban más en desarrollar está sed, por lo que los niños no tenían por qué tomar sangre desde que nacen, sin embargo, nada más llegan a cierta edad, esta sed despierta y no de una buena manera, pues en su primera mordida, estos Vampiros primerizos, suelen beber hasta la última gota de sangre de su primera víctima, es como si ellos no hubieran comido nunca y ¿Cómo culparlos? El sabor de la sangre era su droga, eran adictos a ella y como buenos primerizos, desean tenerla toda hasta saciarse.

Es gracias a esto que cierto pequeño vampiro de cabellos negros y grandes ojos estaba siendo sermoneado por su padre – Escucha Luffy, no es necesario que mates a la primera chica que muerdas, puedes controlarte y parar antes de dejarla seca – Hizo una pausa para mirar a su hijo y continúo – Tampoco te pases, no muerdas a demasiadas que si no después tendremos muchos problemas –

Luffy rodó los ojos, esta era la plática que siempre tenía con su padre desde que cumplió la mayoría de edad, todos estaban consientes de que la sed de Luffy despertaría en cualquier momento y eso era lo que más temían, pues no era ningún secreto el gran apetito que esté tenía "Es un barril sin fondo" así lo llamaba Sanji, era lógico pensar que su sed por la sangre sería igual o peor que cuando comía ¿No?

– Ya lo sé, todas las noches me lo repites, estaré bien, no voy a matar a nadie ¿Feliz? Es más ¿Por qué crees que tendré preferencia por las chicas y no los chicos? O Ambos – Pregunto el de sombrero de paja con los ojos entrecerrados y con los labios torcidos.

Ya no era un niño pequeño para que estuvieran tras de él, tratándolo con extremo cuidado como si fuera de cristal, esa era la verdadera razón por la que quería salir en un principio, para tener libertad, no para ir a saciar su sed, que por cierto ya estaba aumentando ¿La plática tardaría más? Ya quería salir de allí, pero no podía solo hacerlo, por lo menos no si no quería recibir un puño de amor por parte de su abuelo cuando llegara más tarde.