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Miraba a sus alrededores triste, su vida era horrible, primero su hijo lo rechazaba y lo odiaba y ahora se enteraba que tenia a un bebé creciendo dentro de él, no lo queria, no lo iba a aceptar, no queria a este nuevo bebé, la simple idea de pensar que estaba dentro de él lo hacia odiarlo con todo su corazón, no queria tenerlo, pero por como habia reaccionado su esposo a la noticia era mas que claro que el sovietico si queria que se continuara con el embarazo.

Y a él, solo le tocaba cumplir lo que queria su esposo, era su labor de omega, cumplir con lo que decia su esposo a pesar de que el no estaba de acuerdo con la idea de continuar con el embarazo. La palabra del ruso era ley y se tenia que cumplir a toda costa.

Suspiro con tristeza mientras sentia sus ojos cristalizarse por las lagrimas. Su vida no podia ir peor, mientras estaba pensando en eso, le llegaron unas fuertes ganas de vomitar, solo vomito agua, porque no habia comido nada ese dia.

Se limpio la boca y salio del baño del cuarto, volvio a su cama a acostarse para volver a dormir.

Mientras en otro lado, su pequeño hijo se encontraba escondido bajo las sabanas, se habia cansado de empacar, aunque no habia hecho mucho, se habia aburrido y necesitaba dormir. Se levanto cuando escucho ruidos en su cuarto, miro y vio a varias personas sacando sus cosas.

—No pueden hacer eso— dijo timido el niño —Yo puse todas esas cosas con mi mamá, no pueden llevarselas—

—Niño a nosotros no nos importa eso, nos dieron la orden de que nos llevemos todo de aquí— dijo uno de los hombres que estaban agarrando cosas y metiendolas en cajas.

—¡Les dije que no pueden hacer eso!— dijo alzando las voz el pequeño, que se levanto de su cama para encarar a los sujetos que se estaban llevando sus cosas.

Al principio hubo un silencio, que fue interrumpido por unas fuertes carcajadas de parte de los mayores. El pequeño no soporto ver eso y decidio hacer algo al respecto, aprovechando que a su costado se encontraban sus juguetes, agarro uno de estos y termino lanzandoselo a uno de los tipos. El objeto callo justo en el medio, haciendo que el hombre parara de reir y tirara la caja que tenia.

—¡Maldit* niño de mierd*!— blasfemo el hombre mientras intentaba aguantarse el dolor, pues la zona donde habia caido el juguete era muy sensible.

—¡Te dije que no toques mis cosas!— grito con fuerza el pequeño mientras pateaba al señor en la cara —¡Son mías!—

—¿Qué esta pasando aquí?— pregunto una voz a la que todos temian —Pregunte ¿Qué esta pasando aquí? ¿Por qué uno de ustedes esta tirado en el piso?—

—¡Señor! Que bueno que vino, ese mocos* nos empezó a gritar, le tiro a mi compañero un juguete y le pateo la cara— dijo uno de los empelados.

—¿Y ustedes son tan pateticos para no defenderse de un niño de tres años?— dijo incredulo y molesto el ruso, literalmente habia contratado hombres de casi 30 años ¿Y no podian contra un niño de 3 años? Era ridiculo. —¡Tú levantate! ¡¡AHORA!!—  dijo refiriendose al sujeto que estaba tirado en el piso con la nariz rota, el hombre hizo caso de inmediato, se levanto y recorporo la compostura —Ahora ¡TODOS LARGO DE AQUÍ!— con solo esa ordenlos tres tipos abandonaron la habitación con temor.

—Papá ellos-

—Callate— interrumpio al niño odiaba el hecho de que le dijiera "Papá" —Tu no me vuelves a decir eso ¿Entendiste?— miro seriamente al niño que estaba frente a él —Tu no eres digno de decirme papá, apartir de ahora no soy nada tuyo, yo no soy padre de ningun marica—

—...— los ojos del pequeño se cristalizaron, las palabras de su promgenitor le habian dolido mucho.

—¿Estas llorando? Ay no, ¿Eso es lo unico que sabes hacer acaso? Maldit* llorón de mierd*— dijo molesto viendo como las lagrimas recorrian las mejillas del niño —Eres una maldit* deshonra para esta familia, ni tus hermanas me hacian este escandolo—

Mi Secretario  AlechiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora