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Los gritos se escuchaban a través de la puerta, ya no era algo raro escuchar las disputas entre el fascista y el soviético, la tensión entre ellos dos ya se había estado formando durante las últimas semanas a base de tonterías para el mayor pero cosas importantes para el menor, se estaba empezando a preocupar, aun era muy pequeño pero ya entendía a la perfección todo lo que se decían. Miraba asustado su puerta mientras escuchaba el sonido de platos rompiéndose, junto con algunas cosas cayendo seguido de un fuerte portazo que acabo con todo dejando el lugar en un silencio muy incómodo. Miro su habitación antes de ponerse a ordenar, ponía los juguetes en su caja, los libros en el librero, su ropa en el armario, etc. Solo hacia esto para distraerse o mas bien desestresarse, termino a los minutos. Escucho como lo llamaban, rápidamente se fue corriendo a ver que pasaba, cuando llego a la sala fue cargado y metido en un auto, estaba algo confundido por eso, pero decidió no decir nada igual quien haría caso a un niño de 3 años.

Llegaron al lugar y el fue dejado en una sala especialmente para el junto a otros tres hombres que lo perseguían sin descanso a todos los lados y jugaban con el o bueno más bien lo intentaban pues el menor se negaba a esa compañía ya que la sentía muy forzada, sabía que habían sido mandados por su padre para evitar que se escapara y se aburriera, pero se estaba cansando de eso y empezaba a planear su escape de ahí. Le iba a ser difícil salir pero ya tenía un pequeño plan. Que puso en práctica dándole el resultado que el esperaba. Salió corriendo del lugar lo más rápido que sus piernas le permitían hasta llegar al parque donde siempre le se encontraba con el alemán, pero esta vez no estaba, se sentó en una banca del lugar esperando un rato la llegada del mayor.

Un rato después

Sentía la lengua de la mascota del mayor recorrer su rostro a modo de cariño y alegría al verlo ahí, rápidamente fue detenido por un llamado de su dueño que llegó corriendo en ese instante para detener al canino y ayudar al pequeño. Lo levanto y le pasó algo para que se limpie mientras que el se encontraba regañando al can por su comportamiento, pero todo paro cuando sintió un abrazo por su espalda, se volteó algo confundido cuando vio al niño abrazándolo fuertemente por su cintura, el pequeño lo miro sonriente y le dijo lo feliz que estaba por verlo otra vez, rápidamente correspondió el abrazo y dijo un - Igualmente - que lleno de alegría al pequeño. Se quedaron hablando un rato mientras veían como la gente pasaba, jugaban con la mascota del mayor para pasar un momento juntos. Los minutos pasaban y las risas en el lugar incrementaban, se sentaron un rato a descansar y a comer un bocadillo.

Pasaron una hora entera estando juntos, parecía que todo estaba tranquilo y lo más probable era que siguieran pasándola bien de no haber sido porque el más pequeño vio a los hombres que lo estaban cuidando hace unas horas, eso lo asusto mucho debido a que lo más probable era que si lo veían lo llevarían de nuevo dónde su padre y era más que obvio que el no quería eso, rápidamente tomo las manos de su hermano, lo miro a los ojos y le pregunto si podían ir a su casa con una sonrisa forzada y algo nerviosa en su rostro, el mayor lo miro confundido y le pregunto que dónde estaba su madre y si el lo dejaría, el pequeño solo asintió rápidamente y le dijo que no debería preocuparse por eso pues tenía el permiso de su progenitor. Solo recibió una mirada algo confundida por parte del adulto pero también una alzada de hombros que significaba que ya no le tomaría más importancia al asunto, fue subido a los hombros del europeo para que el lo llevará pues el más alto pensó que el pequeño no soportaría el largo camino hasta su casa.

Al poco tiempo llegaron a la residencia del mayor y el más joven fue bajado para que pudiera recorrer libremente el lugar. Mientras el mayor entraba en la cocina para poder hablar con su pareja que los había recibido con anterioridad cuando llegaron al lugar, aunque el chileno se encontraba más confundido que alegre por la visita del pequeño pues le era algo raro que una madre deje a su hijo desatendido y lo deje ir a casas de extraños así nada más, comento sus dudas con el europeo que le dijo que no debía preocuparse por eso que estaba todo bien. Simplemente hizo caso al mayor de estatura y no dijo nada más acerca del asunto, más bien se dedicó a pasar tiempo con el pequeño que ya se encontraba entrando a cualquier cuarto del lugar.

Mi Secretario  AlechiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora