―¿Estás llorando? ―Le gritó arrastrando las palabras, siempre hablaba raro cuando olía de aquella forma― Te he preguntado si estás llorando. ―Su voz era tan fuerte que atravesaba la casa entera.
―S-si.. ―Sollozó desde el suelo con el labio partido y golpes en la mandíbula, se había portado mal otra vez. Siempre se portaba mal.― Perdón, lo siento...
Observé la escena desde debajo de la cama, sin saber qué hacer, quería ayudarle pero si me veía vendría a por mí, teníamos prohibido entrar en su dormitorio. Intenté escapar por el otro lado de la cama, sin que me viera pero no funcionó...
«JODER» Fue exactamente lo que pensé al despertarme, no sé como lo hice exactamente pero sé que acabé en el suelo, empapada de sudor y con el corazón a mil por hora. «Uno, dos, tres...» conté despacio, acompasando mi respiración mientras lo hacía. Empecé a temblar y supe al momento lo que iba a pasar, salí corriendo pero a duras penas me dio tiempo a llegar al baño antes de vomitar.
«Mierda» odiaba esa sensación de debilidad, siempre me pasaba lo mismo cuando me emborrachaba como la noche anterior, el alcohol conseguía que me olvidase de mi vida y disfrutase por unas horas pero, joder, cuando volvía a la realidad lo hacía con fuerza.
Abrí la ducha y metí la cabeza bajo el agua, dejando que arrastrase el sudor, me importaba una mierda estar vestida, solo quería quitarme aquella sensación de encima. Poco a poco, mientras mis músculos se contraían conseguí volver a levantar el muro entre el mundo y yo, un muro que muy rara vez dejaba caer. Salí empapada y me dirigí al balcón sin molestarme ni siquiera en coger una toalla, necesitaba aire fresco y esa era mi prioridad.
Fuera el frío me erizó la piel y ayudó a pensar con claridad, recordaba vagamente haber insinuado que iba a ponerle los cuernos a Steven y haber cantado pero lo cierto es que gran parte de la noche estaba en blanco, lo cual me alegraba. Me había despertado vestida y eso era todo lo que necesitaba saber.
―Zeeeeett ―Gritó una voz adormilada desde el salón. Por un momento me congelé al recordar que había pasado la noche con Jace en aquel maldito sofá.― Hace frío, Zeeeeett. ―Se quejó de nuevo intentando cubrirse con una manta que ya no estaba allí. Suspiré sabiendo que era mejor enfrentarme cuanto antes a lo que fuese que hubiese podido contarle, prometerle o hacerle a ese tío.
La última vez que me emborrache con la mezcla de tequila, absenta y vodka me desperté en un yate en medio del atlántico con dos tíos después de intentar meterme a nadar con los tiburones, seguramente en un acto totalmente suicida.
Respire aliviada cuando vi que no tenía marcas, al menos no acababa de patearle el culo a uno de los tíos que tendría que ver casi a diario. No me importaba si nos habíamos liado o no, sinceramente si hubiese pasado sería cuestión de justicia poética, Steven se había acostado con todas las animadoras borrachas de su universidad en menos de dos meses y no tenía reparo en ocultarlo pero sabía que yo tenía mucho más que perder que él en esa relación y el muy cabrón no había dudado ni un instante en aprovecharse de la situación.
Debí hacer algún ruido mientras hacía café porque de repente lo noté moverse a mi espalda, sentándose en uno de los taburetes y soltando un gruñido cuando este hizo ruido. Me reí mentalmente de aquel pobre diablo resacoso, eso le pasaba por intentar tumbarme.
―¿Café, aspirina o café y aspirina? ―pregunté lo más bajito posible mientras servía dos tazas humeantes.
No pude evitar observarlo, parecía estar pasándolo realmente mal, estaba pálido y tenía unas ojeras casi tan oscuras como las mías. Gimió otra vez y dejó caer la cabeza sobre los brazos fingiendo que dormía. No sé por qué lo hice pero de repente mi mano voló hasta su cresta y la peino con suavidad. Me aparté como si su tacto me quemase en cuanto me di cuenta de lo que hacía, por suerte él no comentó nada.

ESTÁS LEYENDO
VÍSPERA (TERMINADA)
RomanceLa saga Nocturnal no es solo una historia de amor, si no también de redención. Jace y Zett deberán aprender a sobrellevar su pasado si quieren tener un futuro, ya sea juntos o separados. En Víspera no sólo se conocen si no que también saldrán a la l...