¿Por qué coño tardaba tanto? Hacía ya quince minutos que había llamado a Roman y Jace parecía empeorar con cada segundo que pasaba. No quería decirlo en voz alta y mucho menos me permitía a mi misma pensar en el resultado que podía tener todo aquello pero una vocecita no dejaba de recordarme que estábamos yendo contra reloj, seguramente Jace sufría de algún tipo de hemorragia interna y varios huesos rotos.
Maldije a Steven por dejarlo así, le maldije a él por acercarse a mí y maldije cada puta situación que nos había llevado a aquello. Las reglas habían sido sencillas: Obedece y podrás pasar una tarde con Darlie cada pocos meses. Era fácil de cumplir simplemente tenía que mantener a Steven contento y no tocarle las narices pero cuando vino a por el bajo no pude evitarlo.
Margaret lo mandó a comprobar mi apartamento y a averiguar quien era mi compañera de piso, no tuve tiempo de esconderlo. Había sido impulsivo pero no le pasó por alto el hecho de que el instrumento estaba en mi habitación y mucho menos que le dijera que era de otro tío.
―Tienes opciones, Zyanya. ―Me había dicho― Puedes tocar el violín, el arpa o el piano. Pero Margaret no quiere que toques esto.
Yo me había reído de él y de mi tía por intentar convencerme de ello, le dije que sí creía que yo tocaría alguna de esas mierdas en mi vida. Obviamente aquello no le sentó bien e hizo lo que sabía que podía afectarme. Me abofeteó y me advirtió de que habría consecuencias por mi desobediencia.
Joder no esperaba que se lo tomase como algo personal, Steven estaba con una u otra cada poco tiempo y no se escondía pero su puta cabeza retorcida se imaginó lo que no había ni nunca podría haber. Nunca me acostaría con Jace ni siquiera por joderle.
―Zeeett ―gimió de forma lastimosa desde el sofá. Me acerqué con un paño mojado y empecé a limpiarle las heridas, joder todo aquello era por mi puta culpa y no podía permitir que le pasase nada. ―No es culpa tuya... ―susurró leyéndome la mente.
Jace buscaba mi mirada con la suya pero no podía permitirlo, me estaba costando mucho mantener el control y sabía que no vería ni rastro de rencor ni reproche en sus ojos como el que había en su hermano y su novia.
―¡Zett! ―Exclamó Roman al otro lado de la puerta.
Si digo que volé a abrir me quedaría corta, en un instante estaba arrodillada junto al punky apaleado y al siguiente tenía a mi exguardaespaldas delante.
»¿Qué ocurre? ―Miró con horror mi ropa manchada de sangre.
―Steven. ― Fue lo único que dije antes de señalar al sofá.
Jace había cerrado los ojos y aquello no podía ser buena señal, estaba empapado en sudor y muy pálido, demasiado. Por suerte Roman se movió rápido, empezó a dar órdenes y a cortar la camisa de Jace mientras le despertaba.
―Cuida de él, Roman. ― Dije saliendo por la puerta.
Leo y Debbie me miraron extrañados pero él sabía a lo que me refería, necesitábamos mantener a Steven lejos del apartamento y cómo a todo gran depredador solo podíamos atraerlo de una forma: Con cebo.
Durante años había aguantado todo el control, las amenazas e incluso los golpes de Stev pero no podía permitir que atacase a todo el que se me acercase. Joder ni siquiera había pasado nada entre Jace y yo, si la situación seguía así podía volverse contra Darlie en cualquier momento y eso me acojonaba.
Mientras bajaba las escaleras llamé al cabrón más grande del planeta, quien obviamente lo cogió enseguida. Sabía que podía perder mis privilegios, que Margaret no me dejaría alejarme de él tan fácilmente así que necesitaba que fuese ella quien se lo ordenase. La pregunta era cómo hacerlo.

ESTÁS LEYENDO
VÍSPERA (TERMINADA)
RomanceLa saga Nocturnal no es solo una historia de amor, si no también de redención. Jace y Zett deberán aprender a sobrellevar su pasado si quieren tener un futuro, ya sea juntos o separados. En Víspera no sólo se conocen si no que también saldrán a la l...