Las dos semanas de plazo pasarón más rápido de lo que esperaba. Mi incorporación en el EverLine fue inmediata por lo que me pasaba el día entre la universidad y el bar, dejandome muy poco tiempo para encontrar apartamento. Jace por su parte se había volatilizado, de vez en cuando me enviaba un mensaje para ir a ver un apartamento y, en cuanto lo habíamos visto, volvía a desaparecer.
Aquella tarde tenía que enviarle a mi tía la nueva dirección y todavía no encontraba ninguno que cubriera mis necesidades. Al principio habíamos visitado los apartamentos que nos permitía nuestro presupuesto, los apodamos como: El de la moqueta mohosa, el del resplandor y el observatorio. Este último le encantó a Jace, prácticamente todas las paredes eran de cristal. No pude decirle por qué odiaba tanto aquel piso pero entendió que no quisiera ni entrar a verlo.
Después del último piso que habíamos visto, Jace desapareció totalmente hasta las nueve de aquella mañana, me envió un único mensaje de texto: "A las cuatro paso a buscarte" sin más explicaciones.
Así que ahí estaba, tirada en el sofá de Debbie, con todas mis cosas ya empaquetadas y espeando a que el puto reloj llegase al numero cuatro mientras mi cabeza iba a mil por hora.
Me preocupaba que a Darlie no le gustase el apartamento o no quisiera mudarse conmigo. ¿Qué ocurriría si ella decía que no? No pensaba obligarla, por muchas ganas que tuviese de vivir al fin con ella.
Las dudas, los nervios y el miedo a ser rechazada por mi hermana me estaban volviendo loca. Sin pensarlo dos veces cogí el bajo y toqué hasta que me dolieron las manos intentando ignorar el reloj que tenía en frente, el muy cabrón parecía haberse quedado sin pilas. Por suerte para mi los minutos seguían siendo sesenta en cada hora, aunque a mi me parecieron muchos más, y por fin llegaron las cuatro de la tarde.
Ya estaba totalmente preparada así que dejé el bajo y salí del apartamento casi a la carrera. Bajé los escalones de dos en dos sin mirar y cuando llegué abajo me choqué con alguien.
―Hey, ¡cuidado! ―me recriminó una voz que conocía muy bien.
Ver a Jace después de cinco días sin saber de él me provocó un escalofrío. Había cambiado sus vaqueros rotos y sus camisetas negras por unos pantalones azul claro y una camisa blanca. Torcí el gesto deseando que se volviera a vestir como siempre, no quería que creyera que debía mostrar cierto aspecto a mi alrededor, sinceramente no me importaba como fuese vestido... o que no llevase nada en absoluto.
Descarté aquel pensamiento apartando la mirada. Él sonrió con suficiencia como si pudiera leerme la mente pero no dijo nada.
―¿No me habías visto? ―inquirió levantando una ceja.
―Estaba comprobando tus reflejos. Has suspendido. ―intenté bromear sin éxito. ¿Cómo no lo había visto?
―Mientes fatal ―se mofó abriendo la puerta del portal y apoyándose allí aparentando pereza.
Verle allí, tan alto como era, en aquella postura que marcaba cada uno de sus músculos y con la cresta despeinada de haberse pasado las manos por ella varias veces me provocó un escalofrío. Joder aquella imagen gritaba "Peligro" por todos lados.
―Que te jodan ―escupí pasando por debajo de su brazo.
Siempre que estaba cerca de él sentía esa puta corriente eléctrica que me arrastraba hacia su cuerpo y por cómo apretó la mandíbula supuse que a él le pasaba lo mismo. Eso me ponía nerviosa, no sentía nada por nadie desde que Roxie salió de mi vida y me asustaba el poder que la simple presencia de Jace parecía tener sobre mi. No podía permitir que eso pasase, tenía que aprender a ignorarlo y seguir con mi vida. Pero... ¿Quería hacerlo?
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VÍSPERA (TERMINADA)
Storie d'amoreLa saga Nocturnal no es solo una historia de amor, si no también de redención. Jace y Zett deberán aprender a sobrellevar su pasado si quieren tener un futuro, ya sea juntos o separados. En Víspera no sólo se conocen si no que también saldrán a la l...