26 ZETT: HERIDAS

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Esperamos delante del portal hasta que llegó un Roll Roys negro. En cuanto el agente inmobiliario se bajó del coche supe lo que iba a pasar, nos observó unos instantes antes de sacar su móvil y llamar a Jace, obviamente pensando que todavía no habíamos llegado. Contuve una carcajada lo mejor que pude cuando su teléfono sonó y él volvió a mirarnos fijamente, primero a Jace, luego a mi y de nuevo a él. Abrió los ojos como platos cuando se dio cuenta de que, efectivamente, nosotros éramos sus clientes.

Por suerte para el pobre diablo se recuperó rápido y, después de recolocarse la corbata para infundirse ánimos, se acercó a nosotros con una sonrisa.

En su defensa debo decir que mi aspecto no era lo que se esperaría de mi apellido: Llevaba unas botas militares viejas y desabrochadas, un leggin negro, una camiseta grande con el estampado de un dibujo animado fumándose un porro y una chaqueta bomber negra.

―Encantado de conocerla, señorita Swan. Mi nombre es Stuard, su agente me contacto para visitar el inmueble. ―«¿Mi agente?» Miré a Jace con confusión y él sonrió con inocencia. Tampoco me pasó por alto el detalle de que solo se dirigiera a mí pero a Jace no pareció importarle. ― Por favor pase. ―estaba nervioso pero como buen vendedor nos abrió la puerta y la mantuvo para que entrasemos en el edificio.

Le seguimos en silencio hacia el ascensor, donde pulsó el botón del ático. Fruncí el ceño al darme cuenta que no me había preocupado ni siquiera en saber en qué planta estaba.

»Este apartamento ha sido reformado recientemente pero tal y como hablamos conserva su identidad ―aseguró cuando el ascensor se detuvo― Al ser un dúplex ocupa las dos últimas plantas enteras, de ahí el precio de venta.

Torcí el gesto ante aquel comentario, había estado haciendo cálculos y lo cierto era que entre el instituto de Darlie, mi universidad y guardarme algo de dinero para mantenernos me daba un presupuesto excesivamente alto. También había pensado en contratar a Roman como guardaespaldas para Darlie, yo no siempre estaría en casa y si tenía que confiarle el cuidado de mi hermana a alguien solo tenía una opción. Pero los números no estaban de mi parte, ni siquiera con el sueldo de Jace, del que no tenía ni idea de cuanto era.

―¿Preparada para verlo? ―Susurró Jace en mi oído provocándome un escalofrío.

Parecía estar tan expectante como yo mientras esperábamos a que el agente inmobiliario abriese la puerta. Y cuando por fin lo hizo oí como a Jace se le escapaba un aullido. Era precioso.

Sin pensarlo dos veces cogí la mano de Jace y tiré de él hacia el interior. Era impresionante, la pared de la derecha era entera de ladrillo rojo que combinaba a la perfección con el suelo de parquet oscuro y las paredes de un beige suave. Nada más entrar te encontrabas el comedor delante con un gran ventanal que daba a un precioso balcón, a la izquierda estaba la cocina, con barra americana e isla, totalmente equipada y de color negro mate. La habitación de invitados estaba a la derecha. Justo delante, entre el salón y la cocina había otra puerta que daba al baño común, que seguramente no usaríamos nunca. Al lado de la puerta principal estaba la escalera de caracol que llevaba a las dos habitaciones del piso superior, ambas contaban con baño y vestidor propio.

―Te encanta ―Afirmó Jace todavía de mi mano.

No pude evitarlo, le sonreí como una imbécil mientras miraba todo aquello, era perfecto para Darlie y para mi. Jace había estado mirando apartamentos por su cuenta, lo sabía pero no esperaba aquello. ¿Cuando había hablado con la agencia? ¿Cuándo había usado el apellido Swan para que le abrieran las puertas?

―¿Quieren ver el interior de las habitaciones? ―Preguntó el tío de la agencia. Me había olvidado de su presencia allí. Como yo todavía estaba asimilando aquello fue Jace quien asintió con la cabeza y me arrastró hacia el piso superior. No me pasó por alto que él supiera exactamente dónde estaba todo, era obvio que ya había estado allí. Lo cual solo me generaba más preguntas.

VÍSPERA (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora