Una Fiesta Inolvidable

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Poche estaba emocionada. Había decidido organizar una gran fiesta para toda la preparatoria, con la intención de pasar un buen rato con sus amigos y celebrar el final del año escolar. La casa de Poche sería el lugar perfecto para la ocasión, amplia y con un jardín espacioso donde podrían disfrutar al aire libre.

Invitó a sus amigos más cercanos, incluyendo a Paula, Mario, Juana y Jaramillo. Todos ellos estaban entusiasmados por la fiesta y no dudaron en aceptar la invitación. Poche quería que fuera una noche inolvidable, llena de música, baile y diversión desenfrenada.

Sin embargo, algo preocupaba a Calle. Recordaba la amenaza que recibió de un número desconocido, advirtiéndole que se alejara de Poche. Aunque intentaba no darle importancia, el temor se encontraba en lo más profundo de su mente. No obstante, decidió no arruinar la fiesta con sus preocupaciones y disfrutar de la noche junto a Poche y sus amigos.

La fiesta comenzó con gran energía. La música a todo volumen, las luces parpadeantes y la pista de baile llena de jóvenes que se movían al ritmo de las canciones. Todos se encontraban disfrutando al máximo, dejando a un lado el estrés escolar y las preocupaciones.

Poche y Calle se adentraron en la pista de baile, contagiando a todos con su alegría. Bailaron juntas, riendo y cantando al compás de las canciones. Era evidente para todos que su conexión era especial y que había un vínculo fuerte entre ellas.

En medio de la fiesta, Andrea, la ex de Poche, hizo su entrada sorpresiva. Venía acompañada de un grupo de amigos que no conocían el motivo de la separación entre Poche y Andrea. La intención de Andrea era clara: hacerle sentir celos a Calle y recuperar a Poche.

Calle, al percatarse de la presencia de Andrea, sintió un nudo en el estómago. Temía que la situación se complicara y afectara su relación con Poche. Sin embargo, decidió mantener la calma y confiar en el amor que sentían la una por la otra.

Andrea se acercó a Poche, tratando de captar su atención. Intentó ser coqueta y provocativa, pero Poche, sin dejar de sonreír, dejó en claro que su corazón ya tenía dueña y que no había vuelta atrás. La firmeza y el amor de Poche hacia Calle quedaron expuestos en ese momento, lo que hizo que Andrea se diera cuenta de que sus intentos serían en vano.

Calle, al ver la actitud decidida de Poche, sintió un gran alivio. Sabía que Poche era suya y que ninguna interferencia externa podría cambiar eso. Se acercó a Poche, rodeándola con sus brazos, mostrando al mundo entero que su amor era fuerte y que nada podía separarlas.

La fiesta continuó en medio de risas, bailes desenfrenados y momentos inolvidables. Los amigos de Poche, incluyendo a Paula, Mario, Juana y Jaramillo, se unieron a la diversión y crearon recuerdos inolvidables juntos.

Al final de la noche, con la fiesta llegando a su fin, Poche y Calle se encontraron en un rincón apartado de la casa. Se miraron a los ojos, sintiendo el amor y la complicidad que los unía. En ese momento, se prometieron estar juntas pase lo que pase y enfrentar cualquier obstáculo que se presentara en su camino.

La fiesta desmadrosa de jóvenes de preparatoria había sido un éxito, pero más importante aún, había fortalecido el vínculo entre Calle y Poche. Juntas superarían cualquier desafío y seguirían amándose con intensidad en cada momento que compartieran.

Mía solo Mía || CACHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora