LIKE A PRAYER│DEAN WINCHESTER

━━ 26. resurection

◖𓈈﹗ ﹙ capitulo veintiséis﹚
❛ ▬▬ RESURRECCIÓN . . . ❜

      El humo de su cigarrillo contaminaba el salón de estudio dejando un velo gris y el humo impregnado en su cabello del mismo color que las nubes en el cielo despejado. En el pecho de Lilith dormitaba su gato Prayer. Dormía como un niño abrazado al cuello de su madre; su pata la abrazaba como si pudiera sentir el tormento desatarse en su cabeza, o solo la usaba como almohada. Imaginaba que había cierta pacificad en los latidos del corazón y en las pausadas respiraciones.

      Lilith fumó de su cigarrillo y expulsó el humo.

      Había una bruja tirada en el piso, entre hojas de cálculo y libros antiguos. Las hojas dictaban ecuaciones que buscaban la eficiencia de la resurrección, una ventana abierta a la magia y las ciencias cuánticas. Ponía en juicio la divinidad —por más que supiera el origen de la magia—, un jaque-mate a Dios y a la creación. Había leyes y había poderes inciertos. La naturaleza se volvía antinatural en el patrón de la vida y la muerte, pues la bruja había descubierto las cadenas que ataban a seres como las parcas y se dio cuenta junto a su brillante profesor que el vacía, el lugar de descanso de los ángeles y los demonios, lidiaban con su propio entendimiento del génesis. La historia de los hechizos, de los símbolos, la magia de brujas, de monstruos o la enoquiana no encontrarían una solución directa a la problemática de la resurrección que el sello exigía.

      Necesitaban entenderlo diferente, como el vacío y fue entonces cuando quemó hojas y cayó al suelo con la mente agotada. Miró sus manos. Estaban manchadas de tinta. Sus ojos lagrimeaban de cansancio —inducido, inducido, inducido—; Se mantenía despierta a base de cocaína. Una delicia que estaba dejando a grandes pasos. Ya no consumía como antes, no desde que había unos ojos verdes puestos en ella, pero seguía necesitándola para descansar su mente. Era la única forma en la que podía pensar —valga la redundancia—. Lúcida era un ser sumamente consciente de sus emociones, incapaz de manejarlas de una manera coherente. En la historia estaban las pruebas.

      Con las drogas podía tener un debate entretenido entre mente y cuerpo. Podía pensar tranquila, entonces, Lilith los obligó a pensar en el sello y el ángel por resucitar.

     De los sellos poco sabía y, ahora sufría las consecuencias de no haberse involucrado mejor. No pudo evitar compararse con la mujer que había sido antes: cuando su madre había desaparecido se metió en el papel de Sherlock Holmes y no descansó hasta saber el más mínimo detalle. Debió hacer lo mismo con los sellos. Poco fue lo que dijeron la reina y Judas, muy poco. No tenía ni idea que Dean fue el primer sello. Nadie le dijo nada. ¿Había mal interpretado su relación con la reina y Judas? Ellas sabían de su relación con los Winchester. ¿Esperaban que nunca lo supiera? ¿No era un hecho que eventualmente sucedería? No había forma de escapar de algo tan directo.