LIKE A PRAYER│DEAN WINCHESTER

━━ 17. i bless the rain down in africa

◖𓈈﹗ ﹙ capitulo diecisiete﹚
❛ ▬▬ BENDIGO LA LLUVIA EN ÁFRICA . . . ❜

      Lilith encontraba fascinante como la diatriba de la luz y la oscuridad había cambiado con el tiempo. A medida que crecía la oscuridad se sentía más cercana a su realidad de lo que la luz alguna vez lo fue, como aquella superación del miedo infantil, dejaba atrás el recuerdo de una habitación rosada y una lampara de corazones. Empezaba a convertirse en una persona noctámbula que adoraba el secretismo de la noche y el único amparo de las estrellas con su pequeña luminosidad, le aterrarían las estrellas si estuvieran cerca, pero en la lejanía estaban más cerca de su adoración pues el spotlight sacaba sus garras y alzaba una armadura de púas. La oscuridad ya no la asustaba. La luz era su monstruo.

      Escuchar el piar de los pajaritos nublaba el buen humor que ganaba a la medianoche. Solía permanecer en los brazos de su novio, experimentaba las vibraciones que hacia el corazón de una persona a la que amaba más con cada palabra de amor que soltaba. Dorian era tan bueno en los negocios que la convenció de escuchar la mejor canción de amor, una que pondrían en las bodas y rompería récords en navidades. Una balada de los noventa, el diamante más brillante en su corona. Bella había dicho:

      —Él se quedó contigo en tu peor momento, te ama más de lo que tu jamás podrás, no deberías dejarlo ir. Mantenlo cerca, es un amor seguro.

      Bella nunca tuvo una pareja, pero era muy buena creando una atmósfera tóxica de felicidad. No importaba si era real o falsa, no importaba cuanto durara la burbuja siempre y cuando la transportara a un mundo en donde sus problemas desaparecían. Era por eso que los alucinógenos merodeaban a Lilith siendo los favoritos. Entraba a una burbuja en la que podía expresarse sin remordimiento, en una plenitud solo alcanzable en la oscuridad y en la soledad. Su mente y ella. Ahí conocía el lado oscuro de la luna. La conciencia se manifestaba a las 3 A.M, cuando Dean Winchester entraba en un profundo sueño y si hacia el más ligero movimiento no despertaría al cazador en constante alerta. Conocía el comportamiento corporal de Dean tanto como el suyo para identificar que las manos por encima de la almohada y no sobre la pistola debajo de la almohada significaba el mayor descanso que conseguiría. Era su oportunidad para llamar a Bella.

      Lilith salió de la habitación del motel con un cigarrillo entre dedos y una formula especial de alucinógeno extraída del conocimiento en brujería. El frío sacudió su cuerpo. Se dio cuenta que solo traía la camiseta de Dean y unas bragas sucias. Movió los dedos del pie en el pavimento, Lilith rio sin ningún sentido y emprendió un camino sin rumbo. El sonido de una motocicleta se alejó con la estruendosa brisa de los árboles, algunas hojas se independizaron y la basura de la calle voló, escuchó una botella de vidrio rodar y estrellarse.

      —¡Hola! —la saludó Bella uniéndose a la aventura. Ella había crecido, aunque se veía como la chica a la que despidió con diecisiete años—. ¿Te escapaste como una puta? —soltó unas risitas, ambas lo hicieron, como si estuvieran comentando un chisme en su habitación.