LIKE A PRAYER│DEAN WINCHESTER

━━ 21. endgame

◖𓈈﹗ ﹙ capitulo veintiuno ﹚
❛ ▬▬ ENDGAME . . . ❜

      Había pasado casi un año desde la muerte de su madre. Lilith había estado divagando en una tormentosa pesadilla abastecida de pequeños momentos de felicidad genuina y largas horas de insomnio en los que pensaba un motivo nuevo para cada lágrima que caía por sus mejillas. Tenía un par de nombres anotados con tinta roja, y entre las otras brujas y Dios estaba el nombre del ángel asesino. Lo hacía el mayor responsable y el único ser que no resistía su existencia al mismo tiempo que la suya. Lo quería muerto, lo quería matar de la misma manera que su él mató a su madre. Él conocería el sufrimiento bajo la única explicación que le daría simpatía y mucho, mucho dolor. Una criatura como él no conocía lo que era sufrir, ni el dolor físico o la perdida. Nunca amaron a nadie para llorar la muerte; Pero eso cambiaba ese día.

      La iglesia, que una vez fue un lugar de devoción y esperanza, y le había dado a su familia momentos de felicidad y compañía en tiempos difíciles, había sido destrozada por el fuego divino. Si las persona supieran que los propios seres que veneraban tomaban el nombre de Dios en vano y destruían los templos sagrados, armarían una lucha colectiva para desestimar a los ángeles de la biblia o lo justificarían como un ataque de Dios, pero estaba segura que los lincharían y los prenderían fuego. A pesar de los esfuerzos por restaurar la iglesia, seguía teniendo mucho trabajo por delante. Mientras se adentraba por la senda del cristianismo, Lilith pudo ver que había habido algunos cambios. La pintura blanca de las paredes no terminaba de borrar el paso del fuego. Las vidrieras que las vio por última vez grises y oscuras, ahora resplandecían con la luz del sol. Y en el centro, donde antes estaba el altar, ahora se encontraba una figura de mármol de Dios, rodeado de una corona de flores frescas.

     Lilith se quedó mirando la figura de dios por un momento, maravillada por cuánto odio le guardaba un ser que su existencia —por más de que su veracidad sea de un 99%—, todavía le parecía dudosa. Sentía que sus ojos la seguían y señalaba con un mal augurio el rastro del ángel, desaprobando que lo arrastrara como un saco de mierda; podía sentir una presencia reconciliadora allí que nutría su venganza; Pero, aún así, el recuerdo de las llamas seguía atormentando a Lilith y se prometió que jamás olvidaría la noche en que su mundo se desmoronó.

      —Aunque no atrapaste al ángel, estoy muy contenta de que hayas acudido a mí por ayuda en tu venganza. Me gustan los ajustes de cuenta y la gracia que vamos a obtener de él vale la pena —La reina tenía una pequeña sonrisa en sus labios mientras observaba a Uriel despertarse poco a poco—. Quítale todo la gracia antes de que despierte.

      Estaba muy nerviosa y callada, apenas notó que Judas apareció a un lado de la reina sosteniendo la espada ángel esperando la orden de abrirle el cuello. Lilith hizo un asentimiento para que procediera, le lanzó el frasquito con un poco de la gracia extraída y cuando lo dejaron al principio de las escaleras, moribundo en magia y con Lilith metida en la mente, Judas se agachó con la simpleza de un soldado aceptando una orden de sus superiores e hizo un tajo en el cuello. La gracia flotó en el aire en pequeñas partículas que fluctuaban desordenadamente bajo el brillante azul y destellos del blanco puro, viajaron hasta el frasco y allí se quedaron. Cuando la gracia era extraída de un ángel, este pasaba a convertirse en un humano pronto a morir. Lilith adelantaría esa fecha.