Hospital Esperanza.Así se llamaba aquel misterioso sitio donde ocurriría una de las más graves y terroríficas tragedias.
La historia que les narraré el día de hoy trata de una chica de 24 años de edad, que dedico su tiempo y esfuerzo a estudiar enfermería, esto la llevo a trabajar en un hospital en las afueras de la región de uno de los muchos estados de México, sin imaginar que esto la llevaría a vivir una de las más trágicas y horrendas experiencias de su vida. Las chica amaba mucho su profesión, y cuando se enteró que por fin iba a trabajar en un hospital en lo que tanto le gustaba se puso más que contenta. Estás fueron sus palabras escritas por su propio puño y letra en un cuaderno que creo era su diario personal.
Hoy es 07 de julio del... Estoy yendo al sitio donde me citaron para la entrevista, esta bastante retirado por lo que me va a tocar cambiarme a vivir aqui, la persona que me atendió era una persona agradable y bastante amable, pero algo no me daba buena espina, bueno tal vez sean solo delirios míos. Estoy bastante contenta ya que por fin podré poner en práctica todo el conocimiento que he adquirido en estos años, bueno me iré a descansar porque mañana empieza mi grandioso día.
Hoy me levanté más rápido de lo normal, creí que no podría dormir debido a la emoción, pero afortunadamente si pude y ahora me siento con bastante energía, me duche, me cambié, desayuné y me marche al hospital, la ventaja es que mi nueva vivienda queda bastante cerca de mi nuevo lugar de trabajo por lo que no me toma mucho tiempo llegar, en esta ocasión me toca estar en el turno matutino en lo que me aprendo bien todo los procedimientos y formas de trabajar aquí, el día era bastante agradable y gracias a dios todo mi turno paso sin incidentes.
Aquí la chica dejo de escribir durante un tiempo hasta que por fin cambio de turno, en esta ocasión su entusiasmo ya no era el mismo, o eso nos dicen la forma en como escribió sus últimas vivencias dentro de este hospital.
Hoy por fin me tocará estar sola en mi área en el horario nocturno, pero por alguna extraña razón no me siento del todo bien, estoy algo preocupada y nerviosa, es como si algo o alguien me dijeran que hoy va a pasar algo no muy bueno, y ese algo me traerá graves consecuencias. No sé a qué se deba esto pero no le daré mucha importancia, llegada la hora decidí partir para llegar temprano, una vez dentro del hospital mi cuerpo empezó a reaccionar de una forma poco convencional, era como si tuviera de repente un ataque de pánico, mis compañeros me vieron y se asustaron en cuanto vieron que no dejaba de temblar y no dejaba de sudar, me llevaron de inmediato a la sala de estar, para que pudiera descansar, después de estar acostada un rato mis temblores se calmaron y el sudor dejo de brotar, mis compañeros me dijeron que si me encontraba bien, por lo que respondí que si, ellos no estaban muy convencidos de ello, pero ante mi necedad no tuvieron más remedio que estar de acuerdo, para luego partir.
Ya era algo tarde y me tocaba dar el rondín por el hospital, para ver si no se les ofrecía algo a los pacientes, por lo que me decidí hacerlo. Ya estaba a punto de acabar mi rondín, cuando de repente escuché un ruido de murmullo en una de las habitaciones, en esa habitación no había pacientes al menos no en el tiempo que estuve en el turno matutino, pero posiblemente haya llegado hoy, por lo que me acerque a ver qué se le ofrecía, la puerta no quería abrir, dure como 10 min intentando abrir la puerta, pero no funcionó, cuando me decidí a no intentarlo más, de repente la puerta se abrió por si sola, esto me desconcertó bastante, y estaba dudando en si debía entrar o no, pero al final decidí hacerlo, una vez dentro el ambiente era un poco relajante, pero no había nadie dentro de la habitación, pero a pesar de ello, se sentía como si alguien me estuviera observando desde el rincón de la misma. Me entró miedo e intenté salir corriendo, pero por alguna extraña razón la puerta que antes estaba abierta, ahora se encontraba cerrada y atorada, cuando la intenté abrir por la fuerza una voz de una niña pequeña me susurro al oído con voz angustiada, ¡No lo hagas! Esto ocasionó que entrara en pánico y me tirará al suelo tapándome los ojos y los oídos, pasaron como dos hora cuando decidí volver abrirlos, entonces me percate de que ya no había nada que temer, no sé cómo, pero así era. Cuando sali de la habitación; el pasillo estaba en penumbras y se alcanzaba a percibir un extraño aroma en el aire, corrí de inmediato a la planta B, para ver a mi compañera, (no lo había mencionado antes, pero está planta se divide en A dónde me encuentro yo y B dónde está mi compañera) pero no la veía por ningún lado, por lo que decidí gritar para ver si me escuchaba, pero no recibía respuesta, hasta que llegue a uno de los pasillos más iluminados del hospital, entonces ahí la vi tirada en el suelo con la ropa hecha tirones y arañazos en gran parte de su cuerpo, me quedé en shock un momento al contemplar su rostro, ¡Era una expresión horrible! Semejaba un temor inmenso y una angustia interminable, la respiración se me entrecortaba y entraba con dolor, trate de tranquilizarme para asi poder llamar a las autoridades porque ya en el hospital no se podía hacer nada, ella ya había fallecido. Las autoridades no tardaron mucho en llegar al lugar, así como los médicos y algunos enfermero/as que laboraban ahí. Yo me encontraba inconsciente al lado de mi compañera cuando los oficiales llegaron. Sólo recuerdo los gritos de los oficiales cuando se dieron cuenta que yo seguía viva.
Cuando desperté me encontraba en el mismo hospital, habían informado a mi familia de lo sucedido, una vez desperté dos policías entraron a la habitación y empezaron hacer preguntas, pero más que solo hacer preguntas era como si me estuvieran interrogando, yo seguía contestando sus preguntas, hasta que una insinuación de uno de los oficiales me colmo la poca tolerancia que me quedaba, respondí con enfado, ¡¿Creen que yo sería capas de hacer algo como lo que le hicieron a mi compañera, y todavía quedarme al lado de ella hasta que llegarán ustedes?! Los oficiales se miraron serios, para después salir de la habitación sin decir una palabra.
Tiempo después se supo que la chica de nombre Sara, había sido culpada por el asesinato de su compañera, pero no había ido a prisión sino a un centro de rehabilitación psiquiátrica, dónde antes de morir nos dejó una pequeña carta. En cuál escribió lo siguiente:
Se que muchas personas creen o creyeron que estaba loca, pero no es así, hay cosas en este mundo que no podemos explicar, como lo es aquello que mató a mi compañera, eso no era un ser de este planeta, no recordaba porque me había desmayado, pero después de mi última noche aquí logré recordarlo, era un demonio, pero no el típico que describen en las historias, si no, uno aún más terrorífico y siniestro, hasta hoy sigo teniendo pesadillas de ese trágico hecho y esa horrenda criatura me sigue atormentando incluso en mis sueños. Por desgracia conspiraron en mi contra para que la verdad no saliera a luz y me culparon de todo para tratar de tapar el sol con un dedo, y al parecer lo lograron, solo espero que algún día las personas abran los ojos y no se dejen engañar tan fácil como lo han hecho hasta hoy.
Estas fueron las últimas palabras de Sara, no se tienen los datos de dónde ocurrieron los hechos ni en que año, así como tampoco se supo en qué hospital ocurrió ese aterrador suceso. Muchos dicen que está fue una historia inventada, mientras que otros aseguran que es una auténtica verdad, ya que conocieron a la chica en persona, o algún familiar de ella que les contó todo sobre los aterradores hechos que la llevaron hasta ahí.