Capítulo 25

262 17 2
                                    

Cuando me adentro a la oficina de Henry, él me mira desde el otro lado de su escritorio esperando a que tome asiento, lo que yo hago, llevo más de una semana posponiendo esta reunión pero él me ha dicho que me presentaba hoy o me despedía

Tomo asiento de brazos cruzados, preparándome para lo que sea que quiera decirme

—Landon—en vez de saludarme, me lanza una carpeta.—Hace dos semanas leí la autopsia de Di Marco, ¿era necesaria esa violencia?

—Si—respondo sin remordimiento.—Merecía más, pero tenia otras cosas que hacer

Ir a ver a Isabella al hospital

—¡No es normal!—no se por que parece sorprendido, sabe bien de lo que soy capaz.—No es normal lo que hiciste, mucho menos sin tener remordimientos cuando matas

—Si tengo remordimientos cuando mato—aclaro, leves pero tengo.—Pero de haberlo matado a él, no los tengo, ¿por que sentiría remordimientos por alguien que asesino a mis padres y secuestro a Isabella?

—Una cosa es matarlo—apunta los resultados de la autopsia.—Otra muy distinta es hacer lo que tu hiciste sin remordimiento, eso solo lo hace un...

No dice las palabras, se arrepiente a medio camino, pero se perfectamente lo que pensaba decir, lo que piensan todos

—¿Me hace un que, Henry?—enarcó la ceja, con furia apoderándose de mi cuerpo.—¿Psicópata, monstruo, inhumano?

El silencio reina de su parte, no me responde, dándome a entender que no es capaz de negar lo que acabo de decir

—Que bueno saber que piensas eso de mi, yo también lo pienso, pero que le voy a hacer, es quien soy—le lanzo de vuelta la autopsia.—Y perdón por no sentir culpa ante una persona que trafica y mata personas inocentes, realmente siento que eso te decepcione, pero te recuerdo que tu y tu maldita agencia fueron quienes me criaron de esta manera

—Eso no es cierto Landon

—¡Como eres capaz de decir que no es verdad!—pierdo la compostura por completo.—¡Tenía once años! Solo once años, y en vez de enseñarme matemáticas me enseñaron las maneras más eficaces de torturar

—¡Por que era eso o que te fueras a un orfanato!

—Ambos sabemos que eso no es verdad, podrías haber esperado a que tuviera dieciséis antes de entrenarme, como todos los demás, en cambio la agencia y tu vieron una oportunidad para moldear al mejor agente, al más vil, ¿o se te olvida cuantas veces me mandaron a hacer las misiones que nadie más quería hacer?

—No fui yo el responsable de eso

—No estoy diciendo que prefería el orfanato, ni que me arruinaste la vida, tampoco que la agencia lo hizo, solo que no puedes ser tan hipócrita para venir ahora a preguntarme cómo soy capaz de hacer lo que hice—mi voz continua alzándose.—Me enseñaron a matar y a torturar, cuando debí estar aprendiendo a compartir y jugar

—Tu lo pediste, tú pediste que te enseñáramos, tú fuiste quien quería venganza y crecer siendo espía

—Tenía once años, que iba a saber yo que años después estarías reprochándome en cara por hacer lo que ustedes me enseñaron a hacer

—Y nosotros no sabíamos que a diferencia de la mayoría de los agentes, tú parecieras gozar de haber torturado a Di Marco

—¿Me estás diciendo que si alguien mata y tortura a tu hijo Oliver, tendrías remordimiento por hacerle lo mismo al perpetrador?

Ahora se queda callado

—¡Es muy fácil para todo el puto mundo juzgar! Pero solo por que no han pasado por lo mismo, y solo te recuerdo que todos los métodos de tortura que use, me los enseñaron acá

Entre espías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora