Capítulo 6

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Nota del autor: este capítulo es tan +21 que puede ofender a algunos lectores las acciones en el 😈

Le gusta sacarme de quicio, no me cabe duda de que le fascina ponerme celoso

A mi no me gusta que lo haga, pero me fascina tenerla en cuatro, desnuda, así como la tengo ahora, su culo con la marca del impacto de mi palma, con las piernas separadas para dejarme ver cómo ese delicioso coño se empapa cada vez más

—Te gusta desafiarme—jalo de su cabello para que arque su espalda y la pegue a mi pecho desnudo, dejando su oído lo suficientemente cerca para que pueda hablarle a él.—Enojarme, y se que lo haces para que luego te azote, podrías tan solo pedirlo Isabella

—¿Donde está la gracia en eso?—ríe entre aceleradas respiraciones

Con mi mano libre comienzo a deslizar mi mano por su cuerpo, hasta llegar a su entrepierna, dejando que mis dedos se mojen en su excitación

—Te castigaría más, por que lo mereces—gruño en su oído.—Pero no follo hace tres putos meses, mi polla no aguantara

Hundo dos de mis dedos en su cálida vagina

—Dios, como extrañé esto—ronronea cuando comienzo a mover mis dedos con lentitud, asegurándome que mi palma choque con su clitoris

—¿Tu lo extrañaste?—bufo.—Son innumerables las veces que me hice la paja, imaginándote así cómo estás ahora, recordando tu olor, tu sabor

Quito mis dedos de su interior para dirigirlos a su boca

—Abre la boca—sigue mis órdenes sin rechistar.—Delicioso, ¿cierto?

No responde, tan solo chupa mis dedos con fuerza, como si fuera mi polla la que saborea

—Tranquila—me rio volviendo a bajar mi mano.—No te culpo, ese sabor tuyo es adictivo

Sus gemidos se reanudan cuando aumentó la velocidad de mis dedos, que sea tan receptiva es maravilloso, su cuerpo me grita que me dejaría hacer todo lo que yo quiera

—¿Dejaste que alguien más te tocará así, Isabella?—mis palabras son duras, y me aseguro de que mis movimientos también lo sean, lo suficientemente rápidos para que se escuche ese sonido de sus jugos envolviendo mis dedos.—¿Dejaste que alguien tocara mi propiedad?

—No importa nada de eso—rasguña mis brazos por el placer, y sus palabras cuesta entenderlas entre gemidos, nada mejor que tenerla así de desesperada para mi.—Y no era tu propiedad en ese momento

—No digas esas mierdas—entre mi excitación y enojo mi voz es casi irreconocible y mis dedos la follan con una brusquedad desconocida para ella.—Mira como tu coño succiona mis dedos, este coñito es mío desde que lo toque por primera vez

—¿Estas enojado aún?—ríe burlesca pero su risa se interrumpe cuando sacó mis dedos de ella y grita en frustración.—¡Mierda, estaba llegando Landon!

—Levántate—rujo levantándome también.—Apoya tus manos en la mesa de la cocina

Su cuerpo tembloroso lucha por seguir mis indicaciones

—¿Seguirás desafiándome?—pregunto cuando todo su trasero está a mi vista

—Es lo que te mereces

—Mira como te tengo chorreando el piso de la cocina—la fuerzo a separar las piernas ignorando su comentario.—Aún no es suficiente, yo creo que hace falta un squirt para que dejes un charco de excitación a tus pies, ¿y sabes que te haré hacer después mi bella puta?

—¿Que?—jadea cuando palmeó su clitoris de la manera que se que pronto la hará explotar en un chorro enorme

—Te arrodillarás a limpiar el desastre que dejarás—susurro a su oído a la vez que el squirt es expulsado con fuerza ¡esto es la puta gloria!.—Mierda pequeña, siempre tienes tanto para darme, me lo hubiera bebido como un maldito sediento pero como haz insistido tanto en joderme la cabeza con lo que hiciste o no con otros hombre, te daré tu merecido

Entre espías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora