¿Me culpará?

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  Me despido de mi papá. Ha tenido que viajar por trabajo y no lo veremos en un tiempo. En años, de hecho.

  Mi mamá está llorando al igual que Axel, mi hermano menor. Yo no, lo amo porque pese a sus palabras hirientes y a como trata a mi mamá, recuerdo que también hace las cosas que puede para darme lo que necesite, que aunque llegaba muy cansado de trabajar jugaba conmigo sin quejas, y antes de todo lo sucedido repetía lo orgulloso que estaba de mí, más cuando me gradué mucho antes que los demás, gracias a mi capacidad por retener, capacidad que ahora no tengo por cierto, y todo porque me enfoque tanto en estudiar para olvidar mi alrededor, que creo que mi cerebro se cansó. Todo para no pensar en Dave. Era mejor un dolor de cabeza que el dolor emocional por la perdida de quién su presencia te sostenía.

  Entro a mi habitación y los dejo afuera, ya cumplí con despedirlo.

  Me siento vacía.

  Un vacío inmenso.

  Voy a mi clóset a la última gaveta, la abro y veo todas las cartas y regalos que durante mucho tiempo mis amigo me habían dado. Amigos que ya no tengo. Solo queda una y hace casi un año no la veo. Normalmente en mi cumple o cuando la visito, que es muy raro.

  En el fondo hay una caja, una pequeña, lo suficiente como para guardar las cosas que Dave me dejó.

Un dibujo de lo que nos representa. Un sol y una luna junta, y debajo de ello se lee con su letra "Siempre serás mi luna. Te amo, Kia."

  Muerdo mi labio con fuerza, todavía duele mucho. ¿Y como no? Ya no tengo a mi sol para que alumbre mis días oscuros, sin él no brillo ni en las noche más profunda.

  Están los collares de los dos, un regalo que le di en navidad. Uno de un sol y una luna. Algo que nos recordara que siempre estaríamos para el otro. Incluso si nos alejábamos. No funcionó.

  ¿Mi maldito problema? Que había estado muy celosa de las atenciones que daba a otros, dándome cuenta que nunca me dejó de gustar y que estaba muy enamorada de él. sabía muy bien que solo me veía se manera fraternal, decirle no era una opción para mí pero no podía vivir siendo la misma con él cuando quería otro tipo de atención, de manera inmadura y con excusas baratas me alejé y lo lastimé, mucho. Decía que esperaba cualquier cosa de otros menos de mi, y fue lo primero que hice. Duele porque luego de eso, sin oportunidad de decirle la verdad, me llegó la peor noticia.

  Mi corazón se acelera, mi pecho duele y siento una fuerte presión en ellos, una que conozco muy bien. Siento un enorme nudo en la garganta cuando veo la carta que me dejó. Una de despedida que no he sido capaz de leer, ni siquiera de abrir.

  Me cuesta respirar. Me asusto.

  Rápidamente cierro la caja, la gaveta y de espalda a ello me siento, y hago el 4, 7, 8.

  Trato de mantener la calma y no me desespero, aunque es todo lo que quiero hacer porque siento que me asfixio, inhalo durante 4 segundos, retengo por 7 segundos y exhalo durante los siguientes 8 segundos.

  Todo me da vueltas, me repito que estaré bien aún con el miedo inmenso, y repito la respiración que aprendí hace mucho cuando sabía que estando sola podía pasar por esto.

  Lagrimas escapan, tengo miedo, no quiero darle sufrimiento a mi mamá, sé que lo haría si me pierde, en las primeras respiraciones no siento que me calme, pero luego comienzo a tranquilizarme, y sigo así hasta que logro calmarme. Realmente lo logro.

  Suspiro al final una vez que siento que respiro con normalidad.

  Hoy pude mantener la calma, pero no siempre es así, al final termino llegando a cualquiera que esté en la casa, mi hermano y mi madre ya saben cómo ayudarme a diferencia de las primeras veces.

  Yo solo quiero que todo esto acabe.

  Recuerdo la carta, ¿Me culpara por alejarme?

  Estoy segura que no, pero igual no puedo leer su carta de despedida. Muy en el fondo creo que si y eso me aterra más. No podría seguir de ser así.

  El dolor se vuelve peor de lo que ya es.

Belleza en la oscuridad. EDITADA .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora