No me quedé dormida.
Pero me relaje un poco, al menos para hacer llevadero la presión que hace rato comenzaba a crecer. No creo que aguante mucho tiempo antes de derrumbarme.
Lo que no ayudó es que íbamos en la parte donde Maya y Lochan deciden alejarse para no hacer más grande las cosas y ella lo está pasando mal. Ambos, pero se esta narrando desde su punto de vista.
-Que triste lo que viven, ¿Cierto?. -comento en voz baja, en parte porque está al lado mío y puede escucharme y la otra para evitar que escuche mi voz quebradiza. Tengo ganas de llorar y un nudo terrible en la garganta que estoy tratando de evitar.
-Si.
Sigue seco.
Suspiro.
-¿Continuamos?. -no quiero seguir más aquí, quiero llegar a la casa, encerrarme y llorar. Sé que podría hacerlo porque mi mamá da por sentado que llego siempre de buen ánimo y que solo quiero leer. Mis ojos, aún teniéndolo cerrado, siento que las lágrimas se acumulan. Agrego como excusa para cuando los abra y los vea rojo. -yo no creo que se conveniente, siempre paro en esta parte porque me afecta, me involucro mucho con ellos dos.
-huj juh
Hace eso sin siquiera tratar de hablar esta vez.
Me quedo como estoy tranquilizándome, tratando de ahuyentar las lágrimas.
Hoy estoy especialmente sensible, verga, no me gusta.
Creí que sería bueno venir, pero no. Ambos no estamos bien, en especial él.
Cuando siento que no saldrá lagrimas abro los ojos.
Lo veo mirando fijamente el libro, serio, bastante serio.
Suspira.
Hoy ha sido un día de solo suspiros. Me causa gracia aunque no lo demuestro.
-Lo siento. -no me mira aún. -No ha sido un buen día, y normalmente me encierro cuando es así porque soy consciente de como suelo ser, pero tampoco quería dejar pasar el día de hoy.
Aclaro mi garganta para hablar bien.
-Lo entiendo, supuse que así sería, pero agradecería que para la próxima solo me digas y veremos qué podemos hacer, si dejarlo para otro día o hacer otra cosa. No te obligues ni te sobre esfuerces.
-Gracias.
Hago un sonido de afirmación parecido al de él.
El nudo en la garganta volvió más fuerte. Hoy no es mi día.
No tendré fuerzas ni ánimos para verlo ésta semana, así que miento.
Aclaro la garganta nuevamente.
-En realidad quería decirte cuando llegué que iré de visita a unas familias con mi mamá, por lo que no podré verte hasta la otra semana.
Ahí si me mira. Asiente.
-Que te vaya bien, y pásala bien.
Sonrío, una sonrisa nada sincera. Espero no se note.
-Gracias.
No pienso en lo incómodo que está todo, solo quiero irme rápido porque en cualquier momento me desmorono. Esto pasa cuando duro mucho reprimiéndome, en algún punto mis emociones se desborda y no importa lugar ni hora.
Lo veo tratar de hablar al abrir la boca, pero nada sale. Lo vuelve a cerrar.
Antes de irme siento la necesidad de tranquilizarlo, algo me dice que se está reprochando. Quizás se deba a que esta mordiendo fuerte su labio inferior.
-Estaré ansiosa de que llegue el martes para que continuemos. Cuídate, por favor.
No pierdo el hecho de como su cuerpo tensado se relaja un poco. Deja de morderse y me mira a los ojos.
Entonces si estaba preocupado y reprochándose.
-Mejoraré mi aptitud, y disculpa.
Medio sonrío, esta vez de manera sincera.
-Es que si no la hacías te hubiese jalado de las orejas para que te dieras cuenta de lo cortante y seco que sueles ser. -rio ligeramente, mostrando un intento de broma. Para calmarlo. -no, mentiras. Esta bien que quieras mejorar tu aptitud, no cualquiera entiende que hay días terribles donde no sabes ni como tratar contigo mismo, además de que nadie merece ser tratado mal sin tener culpa. Me alegra que hayas decido salir en lugar de encerrarte, además de reconocer que si estuviste un poco diferente de lo normal y disculparte por eso. Y gracias por siempre leer para mí. Tampoco te preocupes tanto, habrá algún momento donde también me suceda lo mismo, no será excusa pero es algo que a veces se hace inconscientemente. Pido disculpas de antemano. Nos vemos.
Me sonríe un poco y asiente.
Me voy rápido, porque no podía mantenerme más. Siempre soy así, trato de consolar a otros pero no digo nada de mi, nunca lo hago, odio las miradas de lastima que me dan, las únicas que no me dan esa mirada son mi madre y Axel. Las de ellos es peor, es de profunda tristeza al ver a un ser querido sin fuerzas para seguir. Una mirada de esas de por Zayne me haría sentir peor.
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Belleza en la oscuridad. EDITADA .
Roman d'amourUn alma rota también puede amar, incluso cuando cree que no es capaz de hacerlo, incluso cuando éste se resiste. Un alma rota también puede alumbrar en la oscuridad, aún cuando cree que está muy desgastada. Un alma rota puede brillar a través de...