Esta vez el saludo es diferente de las otras, hoy al llegar se levantó, paso una mano por mi cintura y la otra en mi mejilla, y dejó un beso en la coronilla. Luego dijo "Hola".
Estamos en los últimos capítulos del libro, nunca antes me había demorado tanto en leer un libro, pero esta demora ha sido gratificante. Siento ganas de hablar de él.
-Tuve un mejor amigo. -digo de la nada. Deja de leer y me mira. -era muy importante para mí, era de esas personas que están para ti siempre y que son tan brillantes que su luz te ciega.
Siento un nudo en la garganta, ¿Por qué estoy diciendo esto? ¿Por qué ahora? ¿Se debe al libro? No lo sé. Lo único que sé es que quiero que sepa de Dave.
>Para alguien como yo, que le gustaba ese tipo de trato, me comenzó a gustar, mucho, pero no decía nada, me lo guardaba porque sabía que nunca me vería de esa manera, era importante en su vida, me amaba tanto como yo a él, pero de una forma muy fraternal. Me llamaban la atención personas pero nunca me gustaban como él, decidí buscar excusas para alejarme y las que le di lo hizo sentir atacado por mí, era una tonta y no sabía cómo manejar los celos de ver cómo daba atención a alguien más.
>Fui tóxica, y lo lastimé porque él decía que esperaba cualquier cosa de otros menos de mí, y fue lo primero que hice. Me arrepiento tanto, no de alejarme porque necesitaba hacerlo, sino por no haberle dicho las verdaderas razones.
Me mira con atención.
Mis ojos están borrosos por las lágrimas y mi voz quebradiza.
Continúo.
-Ahora ni siquiera puedo decirle la verdad porque murió. Él decidió que era mejor no vivir. Me dejó el collar que compartíamos como muestra de que siempre estaríamos para él otro, un dibujo con una frase y una carta que hasta ahora no soy capaz de leer.
>Era mi otra mitad, mi complemento, mi alma gemela. Y ya no está.
Lloro.
Él se levanta y se acerca a mi.
-Vamos a un lugar más privado.
Asiento.
Cuando me levanto de la nada se baja un poco y al segundo estoy en sus brazos, uno detrás de mis rodillas y la otra en mi espalda.
Paso mis brazos por sus hombros y escondo mi rostro en su cuello.
Nos lleva a su carro y se las arregla para entrar. Me deja al lado de él, para no sentarme en su regazo, pero muy cerca, mis piernas por encimas de las de él, y como deja la puerta abierta mis pies se sale. Una mano está sobre mis hombros y con esa acaricia suavemente la parte superior de mi cabello, las otra está en la rodilla trazando ligeros movimientos con el pulgar.
Estamos en la parte detrás del copiloto, él en la orilla del asiento, está inclinado a mi dejando que siga llorando, sin soltarlo y escondida en su cuello.
Y he descubierto porque dio todo ésto... La razón es porque ya falta poco que cumpla otro mes desde que ya no está, su ausencia duele, pero duele más cuando cada mes cae el número del día que dejó de vivir. Y porque conozco el final del libro y me va a pegar muy fuerte.
-Lo siento, pero debemos cambiar de libro.
-Esta bien. Podemos leer uno de mis favoritos ahora.
Asiento.
Sigo llorando y él pacientemente me acompaña, dejando que moje su camisa con mis lágrimas, no dice nada, y no necesito que lo haga, solo me hace cariñito en el cabello, cerca de donde tiene su rostro apoyado, y su pulgar en mi rodilla sigue haciendo ligeros movimientos, consolándome.
Al poco me relajo y calmo.
***
Hoy es mi cumpleaños, luego de llorar, y estar con Zayne en el carro hablando trivialidades decidimos que lo mejor era que ese día nos fuéramos temprano a casa, me compro un helado para mejorar mi estado de ánimo, cosa que ayudó, y me trajo a casa. Axel me vio con los ojos hinchados pero no dijo nada, conoció a Zayne y por lo visto le cayó bien. Mientras me despedía de él mi hermano llegó con yogurt con fresas picadas tal como me gusta, e informó que eso ayudaba a subirme los ánimo, eso lo dijo para que Zayne supiera, también dando a entender que es muy atento conmigo, antes de sonreír y decir que tenía que ir a hacer unas tareas en grupo en casa de unos de sus amigos.
Zayne dijo que a partir de ahora tendría yogurt y fresas en su casa para que lo visitara seguido. Y por si volvía a suceder lo de hoy.
Me convenció con eso.
Esta vez quedamos en vernos en su casa para leer su libro favorito ya que yo no quería volver a la biblioteca, no cuando todo el mundo me vio llorar.
Antes de irse me dio un beso en la mejilla y otra en la frente, me abrazó fuerte y me agradeció por contarle una parte de mis pesares, por confiar en él. Que pronto haría lo mismo.
También compartimos número para que le escribiera en cuanto me sintiera mal. No soy de escribir o llamar, por lo que no había pedido su numero, hasta hoy, que él mismo me lo dio y no se fue hasta que repique al suyo.
Lloré de nuevo en mi habitación estando sola, viendo el cajón donde sabía estaban las últimas cosas que me dejó Dave.
Luego me quedé dormida.
Al día siguiente mi mamá y Axel me consintieron bastante.
Y hoy... Hoy estoy bien y de ánimo suficientemente para disfrutar éste día.
Más cuando al salir de la casa veo a Zayne llegar.
Lo espero en la puerta del frente con un sonrisa.
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Belleza en la oscuridad. EDITADA .
RomanceUn alma rota también puede amar, incluso cuando cree que no es capaz de hacerlo, incluso cuando éste se resiste. Un alma rota también puede alumbrar en la oscuridad, aún cuando cree que está muy desgastada. Un alma rota puede brillar a través de...