¿Soy diferente? [The Promised Neverland] (Ray x Lectora)

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Solo el despertar sin necesidad de ser el horario me muestras ser diferente, el oír los pasos de otros a lo lejos me indicaba mi desarrollo en el oír. Solo el poder ver a alguien perfectamente a lo lejos me dejó en claro que mis ojos eran diferentes, el saber que alguien estaba cerca de mi sin la necesidad de tocarme y el poder analizar a una extraña velocidad me confirmó que yo era especial... O.. anormal, pero...

Deje de creerlo desde que vi que no era la única con esta capacidad intelectual y física. Pero desde esa noche se que no era más que un fenómeno de que todo era como en realidad creía.

La noche en la que mi hermano mayor Sam fue adoptado fue uno de los más tristes para mí, creí que nadie me querría ahí por eso no tuve mejor idea que obligarlo a escribirme cartas.
Era demasiado paranoica, pero lo sentía necesario

~ Escritora ~

—¿Madre me dejas ir al baño...? — pregunto Sam con ambas manos rogando

—bien, pero debes apresurarte, no queremos dejar esperando a tu familia — hablo Isabella

Samuel salió corriendo hacia las escaleras y no tardó mucho en volver. Se acercó a su hermana menor y a los tres de su edad sonriendo al saber que la cuidaría bien, pero aún así sentía un pequeño miedo a futuro.

—Aisha portate bien, ¿Si? Descubrí algo de afuera.... Así que al cumplir la mayoría de edad, prometo venir a buscarte — le confesó secando las lágrimas de la pequeña niña — Emma, Ray, Norman — los llamo

Los tres niños siempre se sintieron extrañamente conectados a Sam, al igual que con Aisha pero ella era de su edad, es normal llevarse bien. Cuando estuvieron cerca vieron al castaño muy serio para ser el pero su opinión cambia al ver su sonrisa otra vez.

—cuídense mucho, entre los cuatro, hasta que yo vuelva no permitan que les pase algo, yo seré quién los lleve a todos — finalizó acariciando la cabeza de cada uno, miro a Ray y le sonrió antes de irse con la llamada mamá.

Llegando a la puerta, Isabella y Sam tenían una conversación amena a pesar de lo que pasaría, el le recordó varias ocasiones en las que se divirtieron juntos, pero la que ambos disfrutaron fue cuando el junto a su hermana jugaron ajedrez contra su madre, la primera vez que estuvieron a punto de saborear la victoria, después pensando en las veces que la derrotaron.

—no había tenido un contrincante tan difícil en mucho tiempo, ustedes dos de verdad me alteraron, juntos son capaces de hacer muchas cosas — dijo con una sonrisa Isabella

—no es por malo pero, ahora sí logro ver humanidad en ti mamá... — soltó llamando la atención de la madre — Así que solo finges ante los monstruos, porque veo que hacer este trabajo de mamá te parte en mil pedazos — se pararon frente a frente al hablar.

—no sabría decirte... — trato de hablar cuando recibió un abrazo fuerte de Sam

—no... Sabes cómo decirme, tu odio e irá se fueron pero el rencor a esas bestias lo mantienes, recordar que todos a quien amabas a tan corta edad saber que jamás esto fue un hogar — declaró separándose — pero a pesar de todo tu si logras sentir amor por nosotros, tanto que esa melodía la cantas con tal de calmarte — le dijo con una sonrisa

—nada se te puede escapar de las manos, siempre sabes que decir — dijo Isabella con una sonrisa melancólica

—será el adiós más ridículo... Y yo que pensaba que moriría por una accidente o muerte de enfermedad teniendo en cuenta que... Siempre me metí en problemas — sonrió caminando viendo que no noto nada en su habla para no contradecir causando que sonriera ampliamente.