IV

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Krone y el delator

Norman en su cuarto preparaba una pequeña bolsas junto a Aisha que levantaba lentamente la cama para esconderla. Estaban bastante serios luego de hacer lo que planeaban salieron de la habitación.

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–¿Cómo llevas tu vida aquí? – pregunto la madre de la casa.

– es un orfanato estupendo, todos los niños son buenos y muy listos – confesó la mujer morena algo nerviosa.

– si, últimamente tú también te estás portando bien – habló sería Isabella causando un escalofrío en la más alta.

– ¿Eh?.. si.. – respondió

– intentas volverte amiga de los niños, juegas con ellos a las traes.. me preocupaba que fueras indomable, pero parece que me equivoqué – confesó Isabella. – eres una aseguranza, solo te hice venir para asegurarme de proteger el producto. Por eso no es necesario que sepas quién descubrió el secreto, basta con que finjas trabajar ejemplarmente y te rías pensando que tienes influencia sobre mi –

– yo no... – tartamudeo Krone

– tú único trabajo es ser una pieza de mi tablero, ¿No?– dijo mientras se paraba y caminaba desde si escritorio hasta llegar frente a ella – si eres buena, te aseguro que te convertiré en mamá – declaró colocando su mano en su mejilla – eres inteligente, no elijas mal el camino – hablo fría.

Krone salió de la habitación la que se encontraba Isabella y camino lentamente a la suya. Luego de entrar toma la muñeca que estaba en la cama, respira hondo y la ira hierve toda la sangre que corría por sus venas que terminó arrancando la cabeza de la muñeca.

– ¡Maldita zorra! – dijo lanzando la muñeca al suelo para luego pisarla con toda la bronca – ¡Ya verás! ¡Te arrastraré hasta lo más hondo! – dejo de pisar la muñeca y termino riendo – y entonces yo seré mamá –

La mujer morena se asustó al escuchar que tocaban la puerta, lentamente se acercó encontrándose con le jovencita de ojos heterocromo.

– ¿Esta todo en orden hermana Krone? – pregunto una pequeña azabache preocupada

– no es nada – respondió mirando en otra dirección

Aisha saca de su bolsillo un pañuelo y seca el sudor que tenía a hermana Krone en su rostro.

– ¿No será por eso que estás algo enojada? – dijo mirando a la muñeca en el suelo con el relleno esparcido. – espérame aquí – pidió mientras salió corriendo hacia el segundo piso.

Espero un rato y la niña no volvía, cerró la puerta y empezó a caminar hacia su cama cuando escucho que volvían a tocar la puerta. Al abrirla encontró a la niña con una canasta con hilos y agujas de todos los tamaños.

– ¿Puedo pasar? – pregunto la niña recibiendo un gesto de aprobación de la mayor. Agarro el relleno y las partes de la muñeca entre sus manos – rayos no tengo hilo de este color – dijo con pena Aisha al revisar la canasta.

– no te preocupes, no debes hacer esto, lo haré yo – dijo la mayor agarrando la cabeza de la muñeca

– pero es tarde, déjame ayudarte — pidió agarrando un ovillo de hilo negro – podemos usar este color para arreglar tu muñeca – dijo con una sonrisa.

Al ver la insistencia al de la menor ambas cocieron la muñeca dejándola lo mejor posible, pero era inevitable que las marcas de costura no se notarán en el rostro del peluche por estar partido entre los ojos de plástico.

¿Soy diferente? [The Promised Neverland] (Ray x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora