La Fea que te amó // Bridgerton.

Capítulo 1: La fea que toma decisiones.

Empezó una nueva temporada social en Londres, empezó el ajetreo y los sobrecargo de pedidos con la modista parisina, los carruajes que una vez salieron de la cuidad regresan uno tras otro para los eventos mas importantes de la alta sociedad, fiestas, bailes, conciertos, opera, teatros y un montón de jovencitas preparándose para la gran batalla; dicen que en el amor y la guerra todo se vale, no hay otro dicho que describa mas fielmente el destino que se avecina; vale decir que la temporada social es equivalente a una temporada de caza, las señoritas pulen sus armas para lucir hermosas y conquistar al soltero mas codiciado y si, es un campo de batalla donde todas luchan por ser el “Diamante en bruto”, esa chica que es considerada la mas preciosa joya de Londres, esa chica que es cortejada por los solteros mas prominentes, la que en la mañana siguiente del baile tiene una fila de hombres esperando con ramos de flores en la puerta de su casa. Mientras todas las señoritas de la cuidad corretean de una tienda a otra comprando nuevos atuendos para el gran bailes inagural, Penelope esta en su habitación leyendo una novela de romance absorta en su lectura, ajena de todo el ajetreo que la rodea, para ella esta seria su tercera temporada asistiendo a tales eventos, siendo ignorada por todo los caballeros de la cuidad, recibiendo miradas burlonas de las demás señoritas, escuchando como los honorables caballeros se ríen de ella llamandola “Fea y gorda”.

Penelope nunca olvidara fatídica noche donde no solo perdió a su mejor amiga sino también la ilusión del primer amor, aun recuerda la voz de Colin afirmando frente a sus amigos con tono burlón “ Jamas me casaría con Penepole”, cada vez que la peliroja recuerda esas palabras es como si le apretujaran el corazón; para ponerlos al tanto, después de ese baile la chica lloro toda la noche y al día siguiente el Caballero partió a uno mas de sus viajes por el mundo cada 15 días aproximadamente, nuestra querida niña recibe una carta de Lord Bridgerton contándole sus aventuras durante el viaje, explicándole cada una de sus vivencias, describiendo cada uno de los paisajes, confensandole lo mucho que extraña a su familia, a sus amigos y a ella; cartas que han sido leídas por la señorita pero nunca fueron respondidas, si fuese sido la Penelope de antes, habría respondido de inmediato pero este año ha sido un año de sanación, donde ella se dedico a olvidar a su primer amor y concentrarse en marcar su propio camino, un año en el que ella ha podio enamorarse de si misma, ha tomado la decisión de no ser la burla de nadie mas, en esta temporada todos verán al fénix emerger de sus cenizas, todos verán a la polilla que se transformo en mariposa mostrando la majestuosidad absoluta que su persona siempre fue y nunca noto. De repente un sonido proveniente de la carretera atrajo la atención de Penelope causando que apartara su libro y se dirigiera a la ventana para ver el origen de tanto escándalo, pero no logro ver nada desde esa ubicación y se dirigió a la sala de visitas, desde allí el ruido se hacia cada vez mas fuerte.

— ¿Que es ese escándalo? — exclamo la baronesa frunciendo el ceño mientras se posaba en el sillón.

— Parece ser que el Sr. Colin Bridgerton regreso de su viaje — aclaro Prudence que estaba observando desde la ventana que da a la calle principal.
Penelope quedó atónita por lo que acaba de escuchar, su amor no correspondido ahora está a un par de metros, ella pensaba que él no regresaría para esta temporada en una de sus cartas le confesó sus deseos de seguir viajando y no regresar a Londres, la peliroja no estaba mentalmente preparada para reencontrarse con ese chico en esta temporada pero ahora tendría que verlo justo en la noche del viernes en el primer baile de la alta sociedad.

— ¡Oh por Dios!— Exclamó Prudence sorprendida — regresó mucho mas atractivo, parece que se ejercitó en este viaje — comento entre risas.

— ¿Habrá alguna chica que conquiste el corazón del joven Bridgenton aventurero? — se preguntó para si misma la Baronesa llevando su mano al mentón.

Al otro lado de la calle se encontraba un apuesto caballero rodeado por su amorosa y muy numerosa familia que como siempre lo recibían con los brazos abiertos, él chico se sentía contento de estar nuevamente en su hogar estaba rodeado de todas sus personas favoritas, bueno casi todas…