Capítulo 4: Si tan solo el caballero me amara

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Penélope, disfrutaba cada minuto del aire libre y de su muy entretenida lectura, era como si estuviera dentro de una burbuja, dónde solo estaba ella y su literatura, era ajena al ruido de los niños jugando, al murmullo de las personas, estaba lejana a las críticas malintencionadas de las personas de la alta sociedad, disfrutaba de unos minutos de tranquilidad y paz, antes de ir a recorrer el parque en busca de información para su otra identidad, la pelirroja degustaba cada minuto de calma hasta que una voz masculina reventó la burbuja.

- Penélope - esa voz pertenecía al Sr. Coleman, la pelirroja cerró el libro, levantó la mirada y con una bien fingida sonrisa amable respondió.

- Srita. Penelope Featherington, para usted Sr. Coleman

- ¡vaya, vaya! No sea tan tímida, podemos tutearnos - insistió relajado el Caballero, Penélope notó su cara golpeada, puso cara de desagrado y respondió

- No tenemos esa confianza, ni somos tan cercanos como para tutearnos. Su cara está un poco lastimada - puso una mueca de asco - ¿Que le sucedió?

- Un animal me atacó - rechisto molesto

- qué barbaridad - dijo la pelirroja con tono sarcástico.

- yo... Yo... Yo me retiro - dijo con voz nerviosa hizo una reverencia y salió huyendo como si algo lo estuviera acechando.

- No deberías acercarte a él - advirtió Colín, esa voz tomó por sorpresa a Penélope que le causó un sobresalto.

- ¿Por qué golpeaste al Sr. Coleman? - preguntó curiosa

- No sé de que me hablas - respondió mirando hacia otro lado haciéndose el desentendido

- ¡ay! Por Dios Colín, no soy tonta - replicó la pelirroja con evidente desdén

- ¿por qué crees que yo lo golpeé? - indagó Colin

- tengo 3 razones para creer que eres tú el "Animal" que atacó al Sr Coleman - se burló Penélope

- ¿Animal? - preguntó divertido

- Así llamó el Sr. Coleman a su atacante - Penélope puso cara de inocente y Colin rechistó y frunso el ceño

- dime tus razones- exigió divertido, Penélope mostró 3 dedos de su mano.

- Primero, El tiene la cara casi destrozada y tú tienes un ojo morado- Penélope bajó un dedo - segundo, tú tienes los nudillos lastimados - Penélope bajó el segundo dedo - tercero, el sujeto en cuestión salió huyendo despavorido cuando notó que te acercabas - Penélope bajó el último dedo puso una sonrisa victoriosa, se sentía satisfecha. Colin rechistó y se negó a contestar

- Por lo visto ganaste la batalla, supongo que el Sr. Coleman se lo tenía bien merecido ¿O me equivoco? - preguntó Penélope

- Se merecía eso y más - aclaró Colin con una sonrisa radiante dibujada en el rostro.

Penélope lo observaba sintiéndose completamente estúpida por sentirse feliz al sentirlo cerca y conversar amenamente con Él, puso todo su esfuerzo por un año para olvidarlo, para odiarlo por aquellas crueles palabras que pronunció dos veces, que le atravesaron el corazón y lo destrozaron en mil pedazo, sabía que ese hombre a su lado era el culpable de su gran dolor pero también era él único que podría calmar a su afligido corazón. La pelirroja se sentía impotente, enojada y sobretodo frustrada consigo misma por permitir que Colin siga influyendo así en su vida, ¿Cómo podría olvidarlo si me regala tan magnífica sonrisa?

- ¿Que estabas leyendo? - preguntó Colin con curiosidad

- Una novela romántica- habló indiferente, abrió nuevamente su libro, ojeo la página fingiendo que leía.

La Fea que te amó // Bridgerton. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora