AMANTES DEL PELIGRO⚠️ | JJK [+18]

10 | ꜱᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏꜱ ʏ ᴅᴜᴅᴀꜱ

Maratón 3/3

 —Me gusta como el color de tu piel se adapta cuando estás sudada. —Dijo y confundida le miré.— ¿Qué? —Acarició mi barbilla y seguido la besó cerca de mis labios. —

—Es solo que... es muy raro que te comportes así- —Fui interrumpida. —

—¿Así como? —Dejó un casto beso en mis labios. Cosa que me hacía dudar y no sé si tenga que ver exactamente con que nosotras las mujeres luego del sexo nos ponemos sensibles, pero igual... me confundía. Me hacía sentir querida, amada.

Me hace pensar que tiene sentimientos por mí.

Que no solo es un capricho.

Que no soy un momento.

Que solo es porque no pudo tenerme en la adolescencia.

—Tan...—Las palabras no salían de mis labios, el temor no se trataba simplemente del ser atrapados porque ahorita estamos bastante lejos de Corea, sino de que lo que yo sienta no sea mutuo.

Que solo sea un placer momentáneo.

Porque yo lo quiero para toda la vida.

 —¿Extra cariñoso? Así que cada que te vea tengas ganas de apoderarme de tus besos, de ti, de tu cuerpo y que tus ojos sean los únicos que me miren.-Con sus manos tomó mi cintura con posesión y ahí las dudas continuaban sembrándose en mí, a lo que solo asentí y desvié el tema por completo.

—¿Por qué estás aquí? —Su mirada cuestionante me hizo girar mi pregunta.—Mejor dicho, ¿Cómo hiciste para venir aquí? —Paseé mis dedos por su espalda obteniendo a cambio un corto estremecimiento y él agarrando mis manos y alejándolas para así besarlas. 

— No soportaba las ganas de verte y tenerte entre mis brazos, Honey. —Ahí vamos de nuevo con ese apodo que tanto alteraba mi corazón, solo cerré mis ojos y sonreí algo afligida siendo un total desastre en esconder lo que sentía. — Hey. — Elevó mi mirada a la suya y me preguntó: —¿Qué sucede? ¿A caso dije algo que no te gustó? —Noté en aquellos pares cafés su preocupación.

—No es nada, solo estoy algo nerviosa por todo esto. —Acomodé las sábanas alrededor de mi cuerpo y volteé a mirar a otro lado.

 —Nena, puede que pasase un tiempo sin vernos. Pero, te conozco y sé que algo más pasa. No te quedes con las dudas ¿bueno? —Asentí y besé sus mejillas para distraerlo del tema y de paso distraerme a mi también de todo esto. —Por cierto, vamos al baño tengo algo que mostrarte.—

—¿Qué cosa? ¿mostrarme qué? —Me sujetó de la cintura y me levantó estilo princesa dejando caer las finas sábanas al suelo quedando desnuda a su merced, solté un grito de sorpresa y con los ojos bien abiertos le dije:— ¡Jung-!—

Nos llevó hasta el baño donde se hallaba dicha sorpresa, mis manos se detuvieron en mis labios, gestando emoción. Me dejó en el suelo, donde mis pies tocaron la fría cerámica y volteé a dejar un ósculo en sus labios.— Es precioso, Kookie. — Las rosas en el suelo, rodeando la circular tina en conjunto con unas luces blancas y las espumas que no podrían faltar. Copas, vino y uvas para brindar, detalles que me fascinan.

—Me alegra saber lo mucho que te gusta, cielo. —Cielo, una palabra tan simple pero que en mi frágil corazón lograba bombear sangre extra, agitándolo con gran esmero.—Hice esto como parte de la sorpresa, pero, bueno. Ya sabes cómo terminaron las cosas. —Un sonrojo que no tardó en hacer presencia, acumuló mis mejillas y su risita tierna solo hizo aumentarlo, golpeé su hombro con suavidad y coloqué mis manos en ambas de mis mejillas intentando esconder dicho sonrojo.—Pero no puedes quejarte, cada que te tocaba pedías más.— Y allí estaba aquel lado engreído, sus labios palparon mi cuello besándolo de forma delicada mi reacción fue solo ladear mi cuello.