AMANTES DEL PELIGRO⚠️ | JJK [+18]

15 | ʜᴀʙʟᴇᴍᴏꜱ

Un destello de luz produjo que despertara sin comprender lo que sucedía. Tae no se hallaba a mi lado logrando inquietarme, en el instante en que recobro la consciencia me doy cuenta en que estoy en un lugar diferente de donde normalmente estábamos. 

El suelo frígido y rasposo, mis pies descalzos y al alzar mi mirada los árboles me rodeaban de forma abrazadora. Tan pronto como mis pies me levantaron pisaron firmes sobre el mismo inexpresivo, sentí como algo caía hasta el piso deslizándose por mi cuerpo teniendo en certeza que se trataba de nada más y nada menos que una vestimenta, un vestido blanco y largo. 

El lugar parecía desierto sin un pajarito que volara por la zona, entonces corrí. Corrí hasta el cansancio y hasta donde mis pies pudiesen llevarme, respiré profundamente y me detuve en frente de un arroyo de agua cristalina. 

Precioso.

Xx: Es hermoso, ¿verdad? —Preguntó alguien que para mis oídos se oía como un desconocido.—

Volteé a ver y se trataba de un personaje exactamente igual que JungKook, me sorprendí y fue lo último que pude ver en ese lugar. 

...

Desperté frustrada, ¿acaso también debe de interrumpir mis sueños? ¡Que estrés!

Pataleé enojada y un Tae quejándose bajo mis pies me dejó congelada. Oh por Dios, ¿se quedó aquí hasta que me quedara dormida?

Me causó ternura, su rostro yacía relajado sobre una almohada mientras sus labios hacían un tierno puchero, ¿era un ángel? Tal vez uno caído del cielo para mí. Me acerqué a su cara y besé fugazmente su mejilla, me levanté de forma veloz y me observé en el espejo, ¡Santa mierda! Yo misma me asusté con mi aspecto.

¿Cómo Tae pudo quedarse conmigo durante todo ese tiempo y si quiera asustarse con lo que vio? No sé, ¡no sé!

Rápidamente fui con dirección al baño, abriendo una puerta con diseño de espejo por afuera, dentro de este pequeño armario se hallaban todos mis productos de skin care. Limpié y retiré el poco maquillaje regado y destruido que quedaba y lavé mi rostro, lo preparé y coloqué algunas mascarillas en el mismo.

Sí, debí tomar una ducha antes de, pero que más da. Cerré la puerta con seguro, antes prevenida que lamentada, por supuesto. Y me adentré a la ducha una vez que saqué toda mi ropa de mi cuerpo.

El agua se deslizaba sobre mi cuerpo dejando de paso unas cuántas en esta, mi cabello empapado y lleno de fijador a causa del peinado antes realizado, procedí a lavarlo.

No quiero que mi vida se convierta en una rutina para tratar de olvidarte.

Y tampoco quiero odiarte.

Terminé mi respectivo baño con dichos pensamientos, sequé mi cuerpo y en el mismo lugar se encontraba un pasillo que daba directo a mi vestidor, uno promedio para algunas otras mujeres, pero cómodo para mí, tengo todo lo que necesito en un solo lugar, talvez no del tamaño de una suite pero va conmigo y mi algo de sencillez.

O lo que me quedaba debido a mi trabajo. Este era muy exigente y lo principal más que nada es estar bien vestido y a la moda.

Elegí algo cómodo para estar en casa, volví al cuarto de baño y sequé mi cabello, lo cepillé y coloqué en mi cuello algo de colonia.

Salí del baño y mis ojos vieron a Tae restregándose sus orbes a todo gusto, su cabello fuera de lugar y bostezando, sonreí con ternura.

Este me miró y sonrió de vuelta.

—¿Cómo te sientes?—Preguntó este.—

—Echo mi cuello hacia atrás teniendo mis ojos contacto con el techo.— ¿Con todo esto?—Pregunté de vuelta, el contrario solo asintió.— Yo... no lo sé, simplemente quiero desaparecer y hacer de la vista gorda, no creo que sea capaz de poder ser de estas mujeres que solo lleguen empoderadas al lugar y se vengan... yo... no nací para eso. —Harta nuevamente de que pequeñas gotas cristalinas se deslicen por mis orbes sin permiso las retiré con rabia, aclarando mi garganta y riendo de mí misma.— Inclusive con el plan que hemos armado para que se arrepienta de lo hecho, no soporté y solo caí ante sus ojos.—Mis manos pararon en mis caderas flexionando mis hombros quienes poco a poco se sentían pesados.— Yo te atraje a esto y a mis problemas para al final simplemente arruinarlo, sabiendo que tu pareja y tú quedaron de reunirse en pocos días.—Señalé y este solo negó acercándose hacia mi figura y sosteniéndome por mis antebrazos.—