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Es que a mí me llovía sobre mojado, la verdad.
Ciertamente, me había dado alguna clase de imbecilidad de un momento a otro. Seguro que sería la presentación estelar de un espectáculo de comedia teatral, solo me faltaban las carcajadas remasterizadas apareciendo de fondo tras colgar el teléfono.
Se asentó un silencio difícil de conceptualizar en el piso. Oí que Shy se sacudió de tal modo que quisiera sacarse de encima el yuyu que había provocado la llamada con mamá. Qué envidia le tuve. El ciclo vital de Shy solo era "preocuparse" por comer, jugar, mear y cagarse, y todo a expensas de una persona. En cambio, yo debía limpiar mis propias cagadas.
Permanecí de una sola pieza en el mismo lugar, sin atreverme a mirar al profesor por miedo a su reacción. Fue una cuestión de orgullo, sinceramente. Estuve tan estresada y avergonzada a partes iguales que le había dicho a madre que no llamara más porque iba a estar bien y que no me esperara despierta. ¿Esa era la Lalisa Manoban que un día antes le había pedido casi perdón a su madre por sugerir una posible solución a la bañera que se estaba desconchando? A lo mejor, durante la noche me habían abducido y no podía reconocerme ahora. Eso explicaría por qué me parecía una desconocida incluso para mí misma.
—Venga, va —mascullé, totalmente a la defensiva—. Es mejor que se ría todo lo que quiera de mí ahora.
Vi por el ribete del ojo que Jungkook suspiraba fuerte y tendido, algo que se prestaba para diversas interpretaciones. Quise leerle la mente o al menos darle una lectura eficaz a su expresión pues no estuve segura de que estuviera indignado.
Se dio media vuelta y desapareció por la península de una cocina que no había detallado bien, pero que se avistaba de luces frías en armonía con los otros segmentos del apartamento. Tal vez fue el mejor momento para marcharme, pero no lo hice.
El profesor regresó con talante llevando alimento para Shy en las manos.
—Creo que las circunstancias no dejaban a algo más adecuado —reconoció después de ese intervalo de silencio, depositando croquetas en el comedero de la perra que meneaba perezosamente la cola en señal de entusiasmo—, pero diciéndole a tu madre que estás con tu novio solo ha complicado más la situación.
Ya no aguanté su condescendencia. Jadeé con un descontento visible y lo confronté pese a que él no me vio hasta que terminó de llenar el plato. Era mejor que me gritara, se riera de mí o me echara alguna letanía sobre las consecuencias de decir que estaba con un novio fantasma, en tal caso, yo iba a darle una queja a cada uno de sus puntos y me sentiría menos mal. ¿Por qué estaba tan enfadada?, me pregunté. Ese tío era más pesado que cargar a una vaca en brazos.
—¿Y qué más podía decirle, hum? No iba a creerme nada que no fuera algo como eso. Que sepa que nunca hago estas cosas.
Al instante me entró la pena. En un comentario indirecto le había confesado parte de mi vida social y él pareció sentir intención de platicar más sobre el tema de mis reservadas salidas porque me miró con extrañeza, como si de pronto me salieran cuernos de la frente. Mi cuasi confesión de que yo, una chica popular, saliera poco a divertirse, debía serle una cosa de lo más rara, pero cuales fueran sus pensamientos los dejó de lado. No comprendo por qué.
—Claro, y saber que tiene un yerno inesperado la hará sentir más tranquila —utilizó ironía en sus palabras, pero no hubo realmente algo más que eso—. Ya podrías haberle dicho que estabas con un amigo.
Seguía siendo difícil saber si estaba enojado por lo que había dicho o no. Parecía que le daba igual, aunque en sus palabras había desacuerdo.
—Me temo que habría supuesto que en realidad era otra cosa.
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Beso Escarlata 18+ (Spin off)
FanfictionEl mundo está loco. Jungkook ha estado jugando con mis sueños y emociones, aunque un abismo de diferencias nos separe. Él es nada más y nada menos el que yo creí mi antiguo profesor hasta que el nuevo cuatrimestre dio inicio. Le advertí que se deja...