𝐝𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫𝐨𝐮𝐬 𝐠𝐚𝐦𝐞 | ❝ 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑔𝑢𝑟𝑑𝑎𝑟𝑎𝑛 𝑒𝑙 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑝𝑟𝑜ℎ𝑖𝑏𝑖𝑑𝑜 ❞
donde Ander y Noah dejan
todo por mudarse con el marido
de su madre.
O
dond...
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☽
ANDER
SI NO FUERA POR NOAH, que entró en mi habitación y se lanzó encima de mí, no me hubiera despertado.
Ya casi era de noche y los últimos rayos de sol se filtraban por la ventana.
—Pero tu estás loca —protesté, con la cara aplastada contra la cama.
—Mamá dice que te prepares para la cena.—dijo Noah desde mi espalda.
—¿Qué hora es? —pregunté, un poco adormilado.
—Hora de que muevas ese culo, te duches y te prepares.—dijo Noah, levantándose de mi espalda y acostándose a mi lado.
—¿Y por qué sigues aquí?
—¿Has revisado el armario? —preguntó, a lo cual negué.
Noah se levantó de mi cama y se dirigió al armario. No tardó mucho en regresar y se tiró de nuevo a mi lado.
—Solo hay trajes negros —comentó, soltando un suspiro.
—¿Y en el tuyo qué hay? —pregunté.
—Vestidos de todos los precios, colores y ocasiones —respondió, con falsa ilusión.
No sé cuánto tiempo pasó desde que Noah estaba en mi habitación hasta que alguien llamó a la puerta. Como ninguno de los dos respondió, entró sin más a la habitación.
Estaba a punto de gritarle a quien sea que hubiera entrado que se fuera, pero cuando vi que era nuestra madre me relajé.
—Dentro de quince minutos tenemos que estar todos abajo —nos dijo, pasando la mirada entre los dos.
—Lo dices como si nos fuéramos a tardar una eternidad —le dije, mientras me frotaba los ojos, una vez estuve boca arriba viendo el techo.
—Lo digo porque tienen que vestirse de etiqueta. Y le dije a tu hermana que te lo dijera.
Ninguno de los dos habló. Solo nos quedamos mirando el techo, esperando a que se fuera.
—Dejen de comportarse como críos, vístanse y los quiero abajo en quince minutos —nos dijo mientras caminaba hacia la puerta.
En cuanto nuestra madre se fue, Noah se levantó de mi cama.
—Cierra la puerta cuando salgas —dije, cuando estuvo a punto de salir.
