Día 15. Casa vieja

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Era una noche de lluvia torrencial, había truenos en el bosque que llegaban a iluminar la ciudad. Estaba acostumbrado a estar solo, había pasado tantos años.

Se asomó por su ventanal, quería ver la lluvia cayendo, justo pudo ver una antorcha acercándose, no, no era una antorcha pero si una luz que se acercaba a su castillo.

Una capucha que cubría al intruso quien entraba en sus aposentos. Akutagawa se enojó.

Fue directamente a la entrada donde optó por vigilar al intruso.

Respiraba agitado por haber corrido hasta el lugar. Miró al rededor — ¿Hola?, ¿Hooola? Disculpen ¿hay alguien? — el chico suspiró. Se quitó la capucha.

Akutagawa lo vio sorprendido, su piel clara, sus ojos morados con toques dorados. Empezó a caminar por su enorme sala. Llegó a la cocina, — Solo quiero agua — se dijo así mismo tomando un vaso con agua.

Después regresó sus pasos a la sala, pudo ver la chimenea. Trago saliva pero fue hacía ella para encenderla. Se sentó allí y respiro tranquilo. — cuando pare el agua me iré. — se dijo a sí mismo

— ¿y no te apetece comer?

— no, no es nece

Atsushi giro viendo aquel hombre. Cabello negro, un traje negro y una capa. Se levantó apenado — disculpe, estaba abierto y tenía frío. En verdad lo siento

— Me dio curiosidad y vi que hacías pero pareces una buena persona.

— soy Atsushi, Nakajima Atsushi, investigador marino, estaba en los corales cuando la lluvia me sorprendió

— así que eres un científico

— nah, no soy tan listo, solo investigador. ¿Podría quedarme hasta que la lluvia cese?

— Es verano, la lluvia no parara hasta mañana o incluso dentro de dos días. Pero puedes quedarte cuanto necesites. Por la lluvia no tengo personal, así que puedes hacer tus cosas

— ¿en serio?

— conmigo solo está mi ama de llaves Mitchell y Higuchi mi guardaespaldas

— de acuerdo, comprendo pero estaré bien aquí con el calorcito

— muy bien.

Atsushi se quedo frente a la chimenea, pronto se quedó dormido, llevaba un gran rato en el mar y después bajo la lluvia.

Akutagawa lo miraba desde su sillón — ¿lo dejarás?

— me agrada

— Si el se queda...  — mencionó Mitchell

— lo se — suspiró — tiene un futuro prometedor

— en cuanto la lluvia pare se lo comunicaré — mencionó Higuchi

— es lo mejor



Atsushi despertó un rato después, al hacerlo, pudo notar que estaba en una habitación— ese señor es bastante amable

Atsushi salió de la cama, una enorme cama.

Había notado que al llegar, era una enorme mansión, pero no pensó que por dentro fuese tan grande.

Atsushi camino por los pasillos hasta un jardín donde encontró al dueño nuevamente. — despertaste

— muchas gracias por su atención, y disculpe mi descortesía ¿cual es su nombre?

— puedes llamarme Ryunosuke

— que hermoso nombre, es como un dragón

El azabache sonrió — si, algo así.

95 días de verano || BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora