Dia 9. Un simple latir

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Fue una tarde de verano, hacía mucho calor y Atsushi tiene una misión, ya con los calores era suficiente como para irse a meter a una bodega. El el albino estaba cansado de ello. En aquella bodega, no dudó pues el tigre ya había roto su pantalón y camisa entonces ¿porque no?. Corto el pantalón para dejarse un short y la camisa simplemente la dejo sin mangas, estaba muchísimo más fresco.

Lo malo vino después. En cuanto salió se topó con el perro rabioso de la port mafia quien lo miro sorprendido mientras tosía, pero no tardo ni 3 segundos en llamar a Rashomon quien tomo al albino de la cintura contra la pared de la bodega -Jinko ¿qué haces aquí?

- se me mando a revisar quien merodeaba por esta bodega - dijo el el albino molesto
- Merodeando, ja! - hablo burlón - esta bodega es mía, sé de compras Jinko
- Esta bodega estaba abandonada y asustas a los residentes cercanos
- Que bueno
- Akutagawa suéltame
- Suéltate tu mismo

El mafioso sabía de la habilidad del chico y como era capaz de romper a su Rashomon, Atsushi no dudó en hacerlo en cuanto el mafioso le dio largas. - Bien, si serás tú le informaré a Dazai-san, no pelearé contigo

- Jinko
- Qué?
- Hueles bien
- Perdón?

Atsushi se alteró al ver al mafioso acercarse, apretó sus puños y salió corriendo

...

Los días pasaron, Atsushi no había dicho nada sobre su encuentro con el mafioso, su lado omega había sido descubierto, y justo en verano, la época más común de apareamiento pero ¿porque había reaccionado con el mafioso? Atsushi solo sentía nervios.

Curioso, volvió a la bodega, no había dicho nada a sus superiores, así el caso seguiría abierto, el agente no negaba estar interesado. Se encontró con Akutagawa quien estaba de espaldas mientras arreglaba unas cajas - Jinko, volviste

- como?
- Te olí desde que entraste
- E-es vergonzoso que lo digas
- Y tu que lo sientes, reaccionaste a mi, no yo a ti
- Yo..
-Y ahora vienes curioso a mi
- Akutagawa ¿podrías? - él mafioso se soltó a las risas - Jinko, ¿vienes a pedirme sexo?
- Es que yo...
- comprendo, no puedes dormir y te duele el cuello...
- ¿tienes muchos?
- Se me han acercado muchos a querer ser marcados por mi, pero todos apestan
Comprendo - suspiro - Gracias

El albino abrió paso para retirarse pero el mafioso lo detuvo con Rashomon, Atsushi se espantó y volteó a verle, el mafioso ya estaba encima suyo - tu no hueles mal
-A-Akutagawa
-Que sea un secreto nuestro
-Pe-pero
-Cállate Jinko. Abre más piernas y no voltees

Atsushi trago saliva pero obedeció, se quedó con la mirada hacia la pared de la bodega, el mafioso había bajado sus pantalones, no necesitaban palabras, solo era algo científico y natural, un omega necesitaba tener coito cada tiempo, y si el olor de un alfa le atraía este podía decidir si quitar aquel dolor o no. Era sencillo. ¿Cachorros? No eso era para los que decidían ser pareja. Pero ciertamente en los omega machos era difícil, usualmente solo usados para sexo. Atsushi conocía eso muy bien

-estás muy húmedo - mencionó el mafioso
-Solo hazlo Akutagawa
-No me ordenes - hablo molesto

Akutagawa entró, no iba a tocarlo, solo vio al albino temblar por tener el grosor dentro, dejó sus manos recargadas en la pared igual que el albino, no se había movido pero pudo sentirlo, el olor de Atsushi era único, fragancia de verano. Cálido y dulce.

Atsushi no pudo más y comenzó a moverse mientras el mafioso se sostenía de la pared, sus suspiros se combinaron, para Atsushi ello se sentía maravilloso, el mafioso era el mejor, sus piernas temblaban como venado recién nacido, y sus ojos se llenaban como búho, su rasguñar, igual a las de un tigre

95 días de verano || BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora