Día 11. Aquhama

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La agencia Armada de Detectives estaba en la playa, Kyouka y Kenji jugaban en la arena, Tanizaki y Naomi estaban en el agua, Kunikida y Katai disfrutaban de un coctel mientras que Fukuzawa y Rampo estaban en unas sillas bajo sombra, Rampo buscaba dulces en la bolsa de Haruno quien tomaba algunas fotografías de todos. Yosano y Dazai bebían alcohol en otra choza cercana.

Atsushi caminaba por la playa solitario, disfrutaba del sol, la arena, la brisa, sonrió al ver algo de selva, el pasto verde crecía cerca de la costa, las rocas daban un ligero aire a un lugar hecho del cielo. Atsushi entro al agua cristalina sentándose en una roca media, se relajó, era simplemente hermoso. Después de horas, el atardecer llegaba, Kunikida fue a buscar al albino quien era el único con energía o sobrio. Atsushi fue con él sonriente y el rubio le puso una toalla por el fresco – Kunikida-san ¿iremos a la cabaña?

― Sí, es mejor que comas un poco

Atsushi sonrió y sintió algo en la arena, se agacho sonriente encontrando una caracola vacía – es hermosa

― Está vacía, podrías llevarla de recuerdo

― ¿pu-puedo?

― Si, aprovecha que tengo buen humor

― ¡Gracias Kunikida-san!

Ambos chicos llegaron hasta la cabaña, Kunikida acompaño al albino a cenar, los más pequeños habían caído completamente dormidos y los mayores estaban ebrios. Kunikida despidió al niño dejándolo ir a descansar, Atsushi se quedó cerca del jardín de la cabaña, la brisa de la playa le llegaba, dejo su caracola en su futon y fue al baño. Una vez limpio, Atsushi volvió acostándose en su futon, abrazando la caracola mientras veía la luna, escuchaba las olas golpear, sonrió cerrando sus ojos mientras se dejaba caer por los brazos de Morfeo.

El sonido del agua se había detenido, las burbujas explotaban suavemente – Atsushi, Atsushi – le llamaron. El albino abrió sus ojos se sorprendió al ver a Tanizaki con una cola de un pez payaso

― ¿qu-que?

― Atsushi, llegaras tarde a la reunión

― ¿re-reunión? ¿po-porque?

― Apresúrate

Pidió tomando su cabello para jalarlo, fue cuando Atsushi se dio cuenta, sus piernas no estaban ¿y que tenía? Una aleta en su lugar – so-soy

― Si, si, un guppy, príncipe de Aquhama

― ¿e-eh?

― Apresúrate, no querrás perderte la bienvenida de tu esposo después de tanto tiempo en guerra

― ¡¿Qué?!

Lo llevo hasta el centro del palacio submarino de Aquhama, allí estaba la agencia con diferentes colas, Kyouka llevaba uno de pez Koi, Kenji era un pez dorado, Atsushi continuaba viendo a algunos cuando la cola más impresionante se llevó sus ojos era un chico de buen abdomen, su cola era de un betta, colorido entre negro y roja con destellos anaranjados. Unos preciosos ojos azules que cuando vieron a Atsushi le hicieron tragar saliva – e-es

― Si, tu esposo

― ¿e-eh?

El chico se acercó sonriente – Atsushi, tu padre nos esperaba

― Pe-pero t-tu e-eres

― Vamos, andando

Atsushi siguió a aquel chico ¿en verdad estaba casado con alguien tan atractivo? Llegaron a la corte, estaba Fukuzawa quien tenía la cola de un pez gato, y Dazai con una cola del pez caballa. - ¿pa-padre? – cuestiono Atsushi confundido

95 días de verano || BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora